Beso de la vida

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~ Mundo de Beast ~

(...)

Atsushi no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Y no tenía intenciones de que aquello estuviera pasando ahora mismo.

No podía permitir que la persona que le dio un hogar y una razón para vivir, ahora mismo estuviera cayendo de un edificio sin más.

No, no y absolutamente NO.

Cuando Atsushi se lanzó, ni siquiera Akutagawa lo pudo detener, pues estaba igual o peor de pasmado que el albino.

Atsushi fue detrás de Dazai, pero ya era demasiado tarde, pues había golpeado finalmente el duro cemento de la acera. Nakajima se detuvo con cuidado de una ventana del enorme edificio y bajó como pudo para no lastimarse más de lo que ya estaba.

Y entonces lo vio, el cuerpo tirado e inerte de Osamu Dazai.

Atsushi no sintió su voz, ni como su garganta se desgarró al momento en el que un poderoso grito salía de su interior. Un profundo dolor más allá de lo absurdo.

Como pudo, tomó el cuerpo sin vida de Dazai entre sus brazos. Acunó su cabeza en su pecho mientras lágrimas crudas y saladas cubrían su rostro. Ni siquiera quería que lo tocaran, prefería morir junto a él a vivir una vida triste y solitaria sin él.

Pero llegaron más personas, de la misma Port Mafia, Atsushi no quiso abandonar el cuerpo y se lo llevó a otro lado ignorando los gritos se los demás.

Llegó a un bosque, dejó el cuerpo de Dazai acostado sobre el frío césped y Atsushi se aferró a él. Como un pequeño tigre sin su figura más importante y la persona que más amó en su vida.

“Atsushi…Atsushi…”

—¿Qué…? —Nakajima creía que estaba delirando cuando escuchó una extraña voz llamándolo. —¿Quién…quién es?

“Atsushi…si quieres que él siga viviendo…solo debes hacer algo sencillo. Aún puede tener una segunda oportunidad.”

La voz extraña parecía tan honesta con sus palabras y segura de sí misma, que Atsushi se levantó como resorte, pero sin quitar su mano de la de Dazai.

—¿Y qué me asegura que no me estás mintiendo? ¿O eres acaso producto de mi dolor?

“Créeme, puedo ayudarte…lo único que tienes que hacer es darle un beso”

—Eso es algo de cuentos de hadas —Atsushi mostró sus dientes afilados, dispuesto para atacar en cualquier segundo.

“Al menos inténtalo. Puedo darles una segunda oportunidad…solo bésalo. Un amor puro lo podrá despertar de su letargo.”

Atsushi mordió su labio, no sabía qué hacer, si creer o pensar que realmente quedó en coma delirando por un final distinto. Pero nada podía perder, total, ya había perdido al amor de su vida. ¿Qué más pasaba si perdía la dignidad ahora?

Sostuvo con fuerza el cuerpo de Dazai, lo recargó en el tronco más cercano y se hincó frente al cuerpo. Lo miró bien, más atento, grabando sus facciones serenas a fuego si es que aquello no funcionaba.

Respiró profundo, y soltó el aire poco a poco. Se acercó más al cuerpo de Osamu, cerró sus ojos y su boca rozó la ajena con cuidado, como si temiera lastimarlo.

Su boca cubrió la del castaño, dejando sus labios sobre los otros unos cuantos segundos, disfrutando, tal vez, por última ocasión el sabor de estos mismos. Cuando al final se alejó, Atsushi volvió a sentir que su corazón latía con fuerza, pues hacía mucho no había vuelto a besar al mayor, pues las cosas se volvieron complicadas de un momento para acá.

Cerró sus ojos, esperando algo que creía nunca llegaría, y solo quedaría como idiota. Sin embargo, algo cálido y suave se colocó en su mejilla, acariciando la misma y llevándola hasta su blanco cabello. Atsushi no quería abrir los ojos, ni escuchar los furiosos latidos de su corazón. No caería, él no…

—Atsushi-kun.

El nombrado apretó los labios, esa voz tan aterciopelada, que ahora yacía ronca y el tacto…aquel que extrañaba tanto.

—Atsushi-kun, abre tus ojos. Quiero verlos. —Nakajima sentía que el aire se escapaba de sus pulmones, pero acató la orden. Sintió el corazón en la garganta cuando su mirada conectó con la de color chocolate. Los ojos de Dazai finalmente estaban abiertos, se sentía tan real e irreal a la vez.

—¿Da…Dazai-san? —su voz quebró, y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus orbes de atardecer. —¿De verdad usted está…?

—Si me besas otra vez, me sentiré más que vivo —las mejillas de Atsushi se encendieron, pero no esperó mucho para moverse y abrazar por el torso al mayor. Sollozando, Nakajima se apretó junto a él, grabando a fuego su aroma, embriagándose de él. —Tal parece que realmente no puedo morir. —Sintió como lo apretaron una vez más y Dazai solo rió.

Dazai siguió acariciando la cabellera blanca hasta que una idea brotó en su cabeza.

—Atsushi-kun, ¿quieres que vayamos a un lugar lejos los dos a vivir juntos?

Atsushi alzó su cabeza, viendo que Dazai hablaba muy en serio.

—Me encantaría.

La sonrisa sincera de Nakajima desarmó por completo a Dazai, quién simplemente acarició su cabeza un momento más, disfrutando de la cercanía y el ambiente tranquilo.

—Pues pongámonos en marcha.

Pareciera que los deseos si se hacen realidad cuando uno realmente lo pide con todas sus fuerzas, y que el dolor solo es momentáneo. Y Dazai se encargaría de darle un futuro mejor a Atsushi y vivir su vida de una manera más sana.

Todo gracias al amor de su vida.

Un beso te pido-Kisspril [Dazatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora