Capítulo # 16

12 0 0
                                    


El día siguiente llegó rápido. La comisaría estaba llena de la misma frialdad de siempre. Jake y yo nos miramos, y aunque no podíamos hablar, ambos sabíamos lo que implicaba estar allí. La incertidumbre de lo que podría suceder era aterradora. Sabíamos que no podía ser como antes. No podíamos seguir mintiendo, pero tampoco podíamos decir la verdad. Las entrevistas se darían por separado. Jake fue llamado primero.

Lo vi alejarse con paso firme, su rostro imperturbable, pero algo en sus ojos me dijo que la presión lo estaba alcanzando. No sabía qué preguntas le harían, ni cómo manejaría la situación. Pero lo que sí sabía era que él no podía ceder. Ni siquiera una palabra que pudiera poner en duda su inocencia.

Mi turno llegó poco después. Ethan me recibió con su mirada penetrante y su tono meticuloso. La sala de entrevistas era fría y austera, como si todo en ese lugar estuviera diseñado para despojarnos de cualquier esperanza. Me senté frente a él, sintiendo el peso de cada palabra que iba a pronunciar.

—Margot, necesitamos saber si hay algo que podamos haber pasado por alto. Cualquier detalle que pueda ser relevante. Sabemos que has estado cerca de Jake, y necesitamos que seas completamente honesta —dijo, su voz firme, pero con una tensión que no pude ignorar.

A pesar de su tono autoritario, había algo en sus ojos que me parecía casi desesperado. ¿Lo sentía realmente o simplemente estaba siguiendo su instinto, presionándome para que dijera lo que quería escuchar? No lo supe con certeza, pero lo que sí sabía era que no podía ceder. No podía revelarle lo que estaba pasando entre Jake y yo, no de esa manera. El secreto era demasiado grande para arriesgarlo.

Me esforzaba por mantener la calma, el rostro impasible, mientras mi mente corría, buscando una forma de responder que no nos comprometiera. Sabía que si decía algo que pudiera vincularme a Jake de la manera equivocada, todo estaría perdido. Pero también sabía que no podía contarle lo que ellos esperaban escuchar. ¿Cómo podría explicar lo que sentía por él sin arruinarlo todo?

—No tengo nada más que agregar, Ethan. Todo lo que sé ya lo he compartido con ustedes. No hay nada más que pueda decir —respondí con una voz que trataba de sonar segura, aunque por dentro, me sentía vacía. Como si mis palabras me ahogaran.

Ethan me observó fijamente, como si quisiera ver algún destello de duda en mis ojos, algo que delatara una mentira. Durante un largo momento, la tensión en el aire se hizo insoportable. Finalmente, asintió, como si decidiera no insistir más.

—Está bien, Margot. Pero recuerda que, si en algún momento recuerdas algo más, cualquier detalle, no dudes en contarnos —dijo, su tono ahora algo más suave, pero no menos grave.

Salí de la sala con la sensación de haber librado una batalla, pero sabiendo que la guerra aún no había terminado. Jake me esperaba afuera, con el rostro igual de serio, pero sus ojos se suavizaron al verme. No necesitaba preguntarle cómo había ido. Lo sabía, y él lo sabía.

—¿Qué te dijo? —pregunté mientras caminábamos hacia la salida, mis pasos resuenan en los pasillos vacíos de la comisaría.

—Lo mismo que a ti. Están buscando algo que no han encontrado aún —respondió Jake, soltando un suspiro, como si el peso de esas palabras lo agobiara—. No sé cuánto más podremos seguir esquivando esto.

Nos subimos al coche sin decir nada más. El silencio que nos rodeaba era pesado, pero al menos, en ese pequeño espacio, podíamos respirarnos el uno al otro sin miedo, aunque las palabras aún nos costaran. Nos dirigimos al departamento de Jake, y al llegar, nos sumimos en una quietud que solo nosotros entendíamos. Allí, lejos de los ojos curiosos, podíamos estar juntos, aunque fuera solo por un momento.

Like a Criminal | Jake Shim (Enhypen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora