in the parks ✦ michaeng

O18

Arrancó el vehículo con la furia instalada en sus ojos, aún sin procesar lo ocurrido la muchacha tragó la comida y observó a la mujer. Suspiró, sabía que tal vez no le caería del todo bien a su familia, sin embargo no llegó a imaginar que todo sería tan abrumador hasta para ella, no dudó en defenderla. Eso, la hizo tener cosquillas en su estómago.

-Gracias, eres muy tierna.

-No iba a dejar que ellos te rebajen.

-Honestamente, no me afecta lo que me digan. Pero... ¿Tu estás bien? -la femenina asintió sin verla- Unnie, esta bien si te duele, a veces las palabras de nuestros seres queridos son peores que unos golpes.

Se detuvo en un semáforo, y giró a verla. Lágrimas se acumulan a los costados de sus ojos, pensó que sus padres al fin aceptarían una decisión de ella, ¿Pero humillarla de esa forma? Era injusto, no hizo nada malo. YunJin los conoció, fue agradable con ellos, pero a solas era insufrible, criticaba todo sin razón alguna. Una persona malvada, eso es lo que es.

-Es que no comprendo porqué nada de lo que yo haga será suficiente. He tratado hacerlos sentir orgullosos desde que tengo memoria, ¿Y me reclaman por haber dejado a una sociópata manipuladora? ¡Ni siquiera les importo un poco! Soy su hija, se supone que deberían apoyarme en cada decisión pero siempre soy la mala que deja a sus novias. -solloza, aferrada al volante.

-¿Para ti eres suficiente?

-¡Claro que lo soy! ¡He logrado mucho más por mi cuenta que con ayuda de ellos!

-No vale la pena entonces. -concluyó deliberadamente, levantando sus hombros- Ya demostraste estar bien sin ellos, lo que digan no cambiará lo que eres o no. De cualquier forma, tú ya eres Myoui Mina, la mejor Veterinaria de toda Sur Corea.

Con sus labios temblando la pelinegra limpió sus lágrimas, quedando solo segundos antes que el semáforo vuelva a verde extendió su mano, tomando de esta forma en un puñado de su top la acercó a ella con rapidez. Sus rostros quedaron cerca, y no le dio tiempo de pensar en eso cuando ya la había besado.

Ruidos de bocinas siendo tocadas no fueron lo suficiente para separarlas. Se habían unido en un beso corto pero apasionado donde ninguna quería separarse, húmedo en la situación incorrecta sabiendo que debían acelerar para irse o algún conductor enojado golpearía su ventanilla. Mina dejó su ropa arrugada, con su caja torácica golpeada bruscamente por un corazón latiendo tan rápido que la volvía loca. La observó, sus ojos brillaban, tal vez eran por la luz de la luna que se filtraba por los vidrios de arriba. 

Chaeyoung le sonrió sin mostrar los dientes de conejito.

-Creo que deberíamos continuar en mi casa.-murmuró ella.

-Yo también lo creo.

Y arrancó, sabían todo sin siquiera necesitar hablar, llevó el auto por un camino específico, directo a su apartamento, donde unas copas de vino las espera y la cama matrimonial de a dos las recibirá. Estando allí, se mezclaron en medio de las colchas blancas, entre besos entrecortados y suspiros placenteros.

Mina nunca antes pudo estar tan cómoda con Chaeyoung.