in the parks ✦ michaeng

OO6

-¿Una cita? -su amiga se hallaba acostada en su sofá, comiendo una pizza que pidió hace minutos.

Mina, quién tenía ropa de entrenamiento -de yoga- asintió, posicionándose frente de la enorme televisión de la sala, con una expresión perturbada en su rostro. La noche anterior siguió el pedido de su amada Abuela, yendo al restaurante donde una joven esperaba, sin duda no espero que esa fuera una de sus clientes habituales en la Clínica, la dueña de Slinky, perro al cual ella atesoraba por ser tan tierno, al contrario de su intimidante apariencia. ¡Igual a Chaeyoung! Esos dos eran iguales.

Una mujer de veinticuatro años que la trataba como si fuera la única mujer existente en la faz de la Tierra, la hizo sentir única en sola unas horas juntas. La acompañó a su auto, y charlaron en la puerta de este hasta que ella recibió una llamada, haciendo que deba irse, hasta el último momento juntas pudo escuchar los latidos de su estúpido corazón que se rehusaba a detener. ¿Qué pasó con la fría Mina? Aquella que detesta a la Yoo, pues por ser tierna merece un puñetazo en el tabique.

La soledad empezaba a jugarle en contra.

Hizo las posiciones que la Profesora del canal de YouTube muestra, para posteriormente contestarle a su amiga pelinegra.

-Mi abuela no paraba de insistir, fui pensando que sería otra fracasada que intentaría llevarme a la cama. -dijo, subiendo la pierna izquierda- Pero no, fue una chica más joven que yo, y sobre todo, respetuosa.

-Entonces esta bien, ¿No?

-¡No! -detuvo los movimientos, girando al sofá- Se trata de una chica a la cuál detesto, me hace sentir extraña y confundida.

-Se les llama "sentimientos."

-Pues odio esos sentimientos. -y continuo, ansiosa- YunJin me llenaba de inseguridades, pensé que habíamos terminado por mi poca falta de interés en la relación, pero si lo pienso mejor... yo estaba asustada.-admitió, haciendo hacia adelante el cuerpo con las piernas en pose de indio.

-¿Miedo de qué? -inquirió, mordiendo una porción más.

-A todo, ella es mayor y sabia, mientras que yo era la chica tonta que la seguía de atrás, cuando comencé a encargarme más a fondo lo de la Clínica empezó a volverse incómodo. Necesitaba de todo mi tiempo, me presionaba a ser estereotipo de mujer dedicada a su novia, me quería más como trofeo que pareja. No dudo en que me iba a proponer matrimonio sólo para sentirse superior.

Las inseguridades que su ex pareja le causaba habían dejado marcada en gran nivel, eran cicatrices que tardarían en borrarse. Se presionaba a si misma para ser lo que ella quisiera, hasta que en algún punto se rindió y dejo la relación.

-Era una mujer con una carrera y trabajo estable, eres tu propia jefa, ¿Por qué piensas en lo que un hombre necesita? Literalmente vives por tu cuenta.

-¡Ese es el problema, Hirai! -no aguantando más la incomodidad en su pecho se sentó en la colcha especial para su ejercicio diario y la vio desde allí- Vivo por mi cuenta, dependo de mi misma, siempre sola en este departamento, a veces quisiera tener de alguien que me quiera, pero que no me pida dejar de lado lo que amo por ella.

-¡Arriésgate! Por una vez en tu vida prueba lo diferente, ve con esa chica.

-¿Y si...

-No pienses en obstáculos o posibles fallos, concéntrate en lo que puedes generar en ti misma.-chupó sus grasosos dedos y sonrió- Únicamente tu felicidad.

-Eres una buena amiga, Hirai.-se levantó, más tranquila- Aunque odio que ensucien mi casa, así que ve a limpiarte las manos y levanta tu desastre lleno de calorías.

-Bien, bien. Señorita obsesionada con la perfección.

Ambas rieron, volviendo a su burbuja de amistad y descontrol.