Capitulo 12:Ira y Venganza

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Tomás llegó junto a su cuñado ha su casa con Marlen. La cual no estaba, eso lo extraño, tras varios minutos buscándola lugar. Entonces recordó lo que ella le había dicho, que irían a por el vestido. Lucas que había sido mandado a por el ordenador a la habitación del Rosenthal apareció con el ordenador. El, se sentó en el sofá con seriedad.

—¿Estás seguro de esto?, No me apetece ver a mi hermana en esa situación.— El le miro de reojo y jadeo: —Pues tapate los ojos. Esto tengo que verlo para llevarlo al tribunal.— tras varios segundos conecto la cámara al cable que inducía el vídeo al ordenador.
El video estaba cargando, la carga era lenta. El se levantó y fue a por algo para beber, mientras su cuñado estaba en el sillón esperando, las horas pasaban sin mucho éxito apenas iba por el 20 % de carga y eso empezaba a desesperar al Rosenthal, el cual daba vueltas por el salón, con la lata de cerveza en la mano.

—¿¡Dios cuanto queda?!— grito Lucas al techo. —A ese no le preguntes, no hace nada nunca— murmuró él Rosenthal con pesar mientras miraba a su cuñado desde las escaleras. Otras dos horas después ambos estaban echados ya en el sofá, uno con las piernas sobre el respaldo y la cabeza en el asiento. El otro con los pies descalzos sentado sobre el respaldo mientras bebía.

—¿Cuándo va a cargarse eso?, Llevamos seis horas aquí, ¡Y sólo lleva un 60%!— Tomás miro a su cuñado quejarse; —¿Puedes callarte de una maldita vez?, ¡Llevas quejándote las seis horas enteras tu solo!— mientras ambos discutían el ordenador solto un ruido de notificación, el vídeo se puso solo. Tomás de reojo lo miraba, golpeaba a su cuñado en el brazo para que se callase.

“La muchacha estaba en el coche con molestia, los brazos cruzados y ceño fruncido. Su acompañante le miraba de reojo mientras conducía; —¿Se puede saber que te pasa?, ¿Estás enfadada por lo de antes?— ella le miro y hablo con rabia. —Claro que lo estoy, ¿Cómo se te ocurre meterme la mano en medio de al reunión?, ¡No tienes vergüenza!— el acompañante seguía conduciendo.

—¡Callate!, ¡¿Para que te pones esa falda entonces?!, ¡pareces una furcia barata!— en la imagen a la muchacha se le cristalizaban los ojos. —¡Eres mi prometida, y puedo hacer lo que quiera contigo!— ella le miro asqueada, el de forma dominante la agarro del pelo, ella se quejó:—¡¿Qué haces?!, ¡Déjame!, ¡Karl me haces daño!— ella quejosa gritaba,, el la golpeó contra la ventanilla, la muchacha empezó a sangrar, sus labios se cortaron, el bajo las manos a la falda de la muchacha metiendo las manos por dentro de la falda, ella grito removiéndose, mientras que el se desabrochaba los pantalones”

—No puedo ver mas—  El Rosenthal cerro el portátil de golpe, los ojos de Lucas estaban cristalizados, el miro a su cuñado totalmente asqueado. —Si el no va a la cárcel, yo voy a ir a la cárcel.— El Rosenthal se levantó con avidez, su cuñado corrió detrás de él.

En la casa de los Rosenthal, donde se encontraba la muchacha comiendo con el pequeño William en el salón. Ella miraba al niño con calma, el cual parecía querer atragantarse con la comida; —Te vas a ahogar. Eres igual de bestia que tú padre.— el niño sonrió, la puerta azotó la pared de forma estrepitosa dejando ver a Tomás, totalmente enfurecido.
—¡Marlen!— ella junto al niño se sobresaltaron de forma estrepitosa, ella se giró y sonrió dudosa: —¿Tomás… que te pasa?, ¿Por qué gritas?— a paso ligero se aproximo a ella, la agarro de los hombros y le miro a los ojos.

—Dime la verdad… ¿Lo hizo?, dimelo por favor… Dimelo que le voy a hundir el pecho de una patada.— ella no lograba comprender lo que su prometido le decía.
—No te entiendo…— el cerro los ojos y suspiro frustrado: —Karl… ¿Lo hizo…?, ¿Abuso de ti?— el sistema de la muchacha tembló por completo, sus ojos chocolate empezaron a picar, no podía responder.
—Marlen, por favor dímelo, respóndeme solo quiero ayudarte— Lucas entro en la sala, miro a ambos, se acercó a el pequeño William que estaba expectante ante su padre y lo saco de la sala.

—Habla, Marlen por favor no me hagas ver el vídeo entero— ella jadeo. —Has ido al desguace…— el le callo. —No te lo voy a preguntar otra vez… ¿Llego a hacerlo?, Quiero decir, más que un simple manoseo sin consentimiento, llegó a la penetra…— ella lo calló.
—Callate… callate por favor. Por favor no me hagas esto, no quiero recordarlo.— el apretó sus hombros y le miro; —Por favor, dímelo… dímelo. —ella no hablo, su cabeza se movió suavemente la cabeza en forma afirmativa, las lagrimas en los ojos de la muchacha caían sobre sus usuales sonrosadas mejillas.
El le miro y jadeo mirándola, se relamió los labios y salió de la muchacha.
—¡Tomás!, ¡Tomás!, ¿¡Dónde vas?!, ¡Tomás!— ella corría detrás de él, no sabía dónde iría solo sabía que el estaba enfurecido. Su hermano la miró anonadado, ella le gritó mientras se ponia los zapatos corriendo.

—¡Ve a por el coche de papá!, ¡Va a matar a Karl!— el le miro con cara sombría; —Pues deja que lo mate— ella le tiro un zapato del zapatero.

—¡Que va a ir preso animal!— el muchacho reacciono y con rapidez agarro las llaves. Ambos seguían el coche del Rosenthal con urgencia, era la primera vez que el Mayer conducía de forma temeraria.
En un cruce lo perdieron, ella tenía la cara desencajada, no sabía que podría pasar. Pero ya oía a su madre pegarle al grito de ;¡”Esto es tu culpa!” ella se estremeció.

—Lucas… —su hermano mayor le miro; —Marlen tu no conduces… la ultima vez que lo intentaste no salió bien, acabé con una pierna rota— ella le miro y el alzo las manos.
— Lucas… — el maldijo y se cambió de asiento, ella agarro las marchas del coche y piso el acelerador.
Su hermano se santiguaba con pavor agarrándose al cinturón; —¡Eres una demente como Tomás!— ella metió la primera marcha y aceleró, varios radares y varios coches pitaron y le miro de reojo; —Por algo me voy a casar con el.— varios minutos después, llegaron a una oficina, el coche de Tomás estaba aparcado de mala manera frente la puerta, ella maldijo, se apeó del vehículo y corrió a dentro del tétrico edificio. La recepcionista le miro de reojo y le dio a un botón asombrada, la muchacha buscaba por todos lados exasperada a Tomás. Lucas lo vio correr a unas escaleras, ambos le siguieron.
La muchacha se sentía mal al ver el edificio de nuevo, había pasado mucho aquí. Ella sabía dónde iba Tomás, corrió detrás de él dejando a su hermano atrás con flato.

—¡Tomas!, ¡Tomas!, ¡Para!— grito ella corriendo detrás de él, el abrió la puerta de una patada, donde se dejaron ver a él rubio de ojos negros, un hombre parecido a el y a el padre de Tomás con cara de pocos amigos.
—¡Estos materiales son defectuosos! — el padre del Rosenthal se giró y vio a su hijo.
—Tomas hijo, te dije que vendría yo a quejarme de los materiales de las aeronaves — el Rosenthal negó y se abalanzó hacia el muchacho con el cabestrillo, el cual huía de él.
Cuando ella llegó a la puerta estaba Troya ardiendo;

—¡Tomas!, ¡Joder!— ella se metió en medio de la pelea, su suegro la intentó agarrar pero ella se deshizo de su agarré. Tomas correteaba al  rubio, el cual le tiraba cosas.

—¡Eres un desgraciado!, ¡Te voy a hundir el pecho!— ella esquivando las cosas que Karl les tiraba se interpuso entre ambos, Tomás freno en seco al verla delante de el.

—Marlen… preciosa— murmuró Karl al verla delante de él. —Tomas…. Porfavor… no lo haga— el Rosenthal le miro con rabia; —¡¿Cómo que no?!, ¡El lo hizo, te lo hizo, en el camino mi madre me ha llamado, fue al hospital y pidió ver tus expedientes!, ¡Encontraron restos en tu cuerpo!, ¡Restos de este cáncer andante!— grito el, ella tenía las piernas temblando, todo su cuerpo temblaba.
—¿Por qué lo defiendes?, ¡No voy a meterme en problemas!, ¡Mama es la jueza del tribunal supremo!— ella le interrumpió.
—Tu madre te va a matar si lo haces. ¿¡Y eso que va a arreglar!?, ¿¡Vas a volver en el tiempo y evitarlo!?, ¿Crees que yo no quisiera que lo matases?, ¡Quiero matarlo yo con mis manos!, ¿Pero de que me va a servir?— el Rosenthal respiraba agitado, la rabia desbordaba su cuerpo en forma de sudor.  Su respiración agitada se sofocaba más por la impotencia, agarro lo primero que pillo y lo estampó contra la pared en la que estaba apoyado Karl.
Ella se acercó a el con delicadeza y le miro:
—Vámonos a casa… por favor… — el miro a su padre y su padre miro a la muchacha que estaba al borde del llanto. Ella se agarro a las manos de Tomas con fuerza como si fuese lo único que la mantenía en pie.
—Vamos… — murmuró el padre del Rosenthal acercándose a ambos. —Axel. El contrato esta roto, tenemos mejor proveedor que tú. Puedes meterte las planchas de aluminio por donde te quepan.— los tres salieron de la sala, ella aferrada a Tomás, mientas el estaba siendo reprendido por su padre. Tras dos metros caminados escucharon la voz del rubio que estaba en la puerta: —¡Marlen!, ¡Recuerda esto!, ¡Yo fui el primero!— grito molesto, ella se encogió en si misma.
Unos rizos castaños pasaron corriendo frente ellos, cuando se quisieron dar cuenta Lucas, el hermano de la joven había tumbado al rubio de una patada en el pecho. — Que cabron… me ha pillado ventaja.— murmuró Tomás.
—¡Y como vuelvas a mirar a mi hermana te parto las piernas!— grito el de rizos siendo agarrado por el Rosenthal mayor. Al llegar a la casa Rosenthal, el padre Marlen estaba gritando, a Emma y la madre de esta. —¡¿Cómo?!, ¿¡Que clase de madre haría eso?!, ¡¿Con su propia hija?!— el hombre estaba enfurecido, parecía que iba a prenderse fuego de tal ira que su cuerpo llegaba a desprender.
Tomás agarro ventaja y camino con aceleración, se planto delante de su suegra y hablo.
—Ven conmigo… vamos ha hablar de Yerno a suegra.— hablo con severidad, Marlen sintió la punzante mirada de su madre en ella.














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⏰ Última actualización: Aug 30 ⏰

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