Capitulo 5:Pasado de Tomás

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En ese momento se le revolvió el estómago al joven, vio a la mujer, que estaba detrás de ella, con molestia, con rabia. Miro al niño el cual estaba que se caía del sueño, la tranquilidad que reflejaba su contraria le daba arcadas.

—Déjame solo con ella. — declaró. Su madre camino en dirección contraria a la de ellos yéndose a buscar a la joven Marlen. —¿Es una broma Julia? — ella negó, su vista paso de nuevo al niño; —¿Has hecho pruebas de ADN? — ella volvió a asentir entregándole los papeles, ahora molesta.

—No estuve con ninguna otra persona Tom— el niño sentado en la silla quedó completamente dormido en ella.
—¿Por qué no me lo dijiste? — empezó a decir caminando de lado a lado, alejándose cada vez más de aquella silla.

—¡Tenía miedo, dios Tom no sabes lo difícil que ha sido! — el cerro los ojos;

—No me llames Tom, no tienes el derecho de llamarme así— ella solo frunció los labios y suspiro.
—¡Y porque me lo traes ahora!, ¡En cinco años no has podido decirme nada!— los ojos del muchacho estaban cristalizados;

—¡Tenía miedo de que quisieras quitármelo!— el se quedó quieto mirándola incrédulo;

—¿Cómo iba a quitártelo?— hizo una pausa molesto.
—¿Por qué apareces cuando voy a rehacer mi vida?— ella solo se dio la vuelta.
—Es una niña a tu lado— el entendió de lo que hablaba; —No la metas en esto— el se iba enfadando cada vez más.

—Maldito seas Tomás, es una niña, ¿Que clase de pecado a cometido para que la encarcelen a casarse contigo?, ¿Y que has hecho tú para que te obliguen a casarte?— el solo se quedó callado.

—Se lo que has hecho tú, por poco no acabas con la empresa de tu padre, las chicas con las que has estado, los desastres en las discotecas que llevabas, eres un desastre andante Tomás— el meneaba su pircing rabia.

—¡No te interesa lo que haya pasado!, ¡Nosotros también éramos niños, y nos íbamos a casar!— los ojos azules de la joven rodaron.

—No seas payaso, nosotros éramos diferentes,. ¿Es que no le has visto la cara?, ¡Es demasiado inocente para ti!, ¡La vas a corromper!— el harto grito.
—¡Se acabo!, ¿Qué es lo que quieres?, ¿Dinero?, ¡Te lo daré pero aléjate de mi, suficiente daño has hecho!— ella negó molesta.

—No, no quiero dinero Tomás. Quiero que te hagas cargo de Willy — el alzó las cejas; —Tengo cáncer terminal Tomás, metástasis linfática, me queda poco de un mes. Quiero que al menos este con su padre— eso fue un golpe demasiado grande para el joven, las lágrimas que tenía acumuladas en los ojos cayeron.

—¿Qué? — ella asintió limpiando las lágrimas del joven;
—Mis padres lo han criado, el solo me como su hermana mayor solo que me llama mamá, pero cuando se enteraron de mi enfermedad y que no tenía cura no pude seguir con la mentira, me obligaron a venir aquí y decírtelo. Perdón por no haberte dejado verlo antes— quitó las manos de ella de su cara.

—¿Cómo le vas a decir eso? — ella suspiro;

—Y lo sabe, sabe que voy a ir al cielo, No quiero que esté solo mi madre ya es muy mayor. — el solo se quedó callado, camino hasta donde se supone que estaba el niño.

Pero no estaba, asustados ambos padres se miraron, con toda la gente que había en esa fiesta era lo más probable que algo le hubiese pasado, corrieron a buscarlo a los jardines profundos gritando su nombre;
—¡William!, ¡Willy, no asustes a mami! — el frunció el ceño.

—¿Por qué lo llamaste William? — ella rodó los ojos molesta;

—Si tu mente de mono no te hace recordar mi padre se llamaba William, como el tuyo— giraron una esquina de una pared de rosales. Encontrándose al niño acostado en las piernas de la joven Marlen, la cual acariciaba su cabellera con ternura.

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