Sinopsis del capítulo anterior:
Al terminar su jornada, al volver donde su líder, tras rescatar a los inocentes bajo el yugo de las cadenas, tras marcar su camino con sangre. Allí se encontraba rezando y pidiendo iluminación a su maestro, rogando a su altar; la noche anterior le había cobrado la conciencia. A la mañana siguiente de la pesada noche; al ser el primero en despertar y salir para comenzar su jornada, oyó a lo lejos ruidos y jadeos como si de una pelea se tratara. Oculto entre las sombras y la vegetación del bosque siguiendo el ruido, buscando al provocador de tal escándalo que llamó su atención, para cuando éste llegase a donde el origen de los estruendosos ruidos; lo suficiente para estar escondido y observar el qué o quién hacia tal escándalo. Para su repentina impresión era Isolda la que estaba provocando tal barullo, con una espada de madera, golpeando unos troncos secos; Zhèng Lí al ver la suave habilidad y la destreza al moverse, éste se sintió estupefacto.
También se percató más pronto que tarde en donde ella estaba haciendo su práctica; era en donde él tenía el altar en memoria a su maestro, eso le hizo reaccionar en cólera por miedo de que ella estropeara y destrozara su lugar de paz. Así él salió de su escondite para recriminar a la joven de ojos color jade; tomándola totalmente por sorpresa que ella no supo que responder ni hacer, solo quedándose congelada ante un furioso e internamente triste Zhèng. Quien no tuvo miramientos ni reparos en amenazarla si volvía a invadir ese lugar, todo fue producto de su explosivo enojo. Así como apareció como una tormenta sorpresiva, se fue como como una llameante hoguera dejando todo quemado en, con los ojos llenos de ira. Luego de ese infortunio Isolda, entrando en conciencia de lo que le había dicho su compañero, vió todo el altar sucio y sus flores rotas, eso la hizo sentir culpable asique se dispuso a limpiar y plantar flores para dejarlo como estaba antes.
Isolda al concluir, sintió que debía disculparse con Zhèng para dejar las cosas en buen término, asique se tomó en marcha para ir al campamento base. Al llegar observó que estaba él sentado en un mesón, pero al ver con más detalle había cuatro personas desconocidas más y el líder del grupo, quien antes al llegar le había dado un lugar donde dormir, ese hombre era Dante León, quien comanda las fuerzas en las que ahora Zhèng forma parte, llamadas así "El Ultimo Estandarte". Al ver que Isolda había llegado Dante se levantó de su lugar para presentar al grupo a ella. Que tras una larga charla entre los integrantes el anuncio fue que la jovencita ahora formaría parte de ellos, convirtiéndola instantáneamente en una dama de armas parte de un escuadrón encargado de derrocar reinos y provocar guerras; ella sería una asesina, una soldado, una general, una dama de armas, sería una mercenaria, una "guerrera" en todas las palabras. Cuya noticia a ella no le gustaba de ninguna manera, pero igual no pudo decir nada ni negarse por miedo de no saber qué hacer con su vida, así después por muchas razones, Dante puso a Zhèng como su instructor. Quien aceptó por obligación, la joven quiso hablar con el oriental, se sentía preocupada, quería negarse a esa vida de espadas y batallas vacías, el llanto se asomaba desde su corazón. Así él al verla así la invito a conversar y poder entenderla el porqué de esa negación.
Así los ambos estuvieron mucho tiempo hablando hasta que Isolda contó su historia la cual justifica todo aspecto de la creencia y filosofía del corazón de Isolda, así Zhèng Lí propuso una visita hacia el ultimo hogar donde ella estuvo, con un propósito oculto por parte de él, ella le aceptó la propuesta. Seguido de eso los dos fueron a pedir permiso para explorar, mintiéndole a Dante, con un objetivo diferente al original y así se prepararon para salir y marchar en un largo viaje que tienen muchos misterios secretos por parte del oriental hacia su compañera, tras las despedidas de sus compañeros ellos se dispusieron a tomar un camino que solo él conoce, con propósitos que más adelante seria revelado. El objetivo que se conocía Isolda era llegar a pueblo "Roca Falsa", todas las dudas serian resueltas durante el viaje, así comenzó una nueva aventura para Zhèng.Capitulo cinco: la historia del prodigio y el león carmesí
La puesta en marcha había sido muy temprano horas después del desayuno, cerca de la hora del almuerzo, lo cual era provechoso el horario, para montar un campamento provisorio y poder trazar rutas más cortas y recuperar energías. Zhèng Lí en silencio durante su marcha, pensando con una internación, la vacuidad que posee es símil a la de un monje. Isolda observándolo podía sentir algo de admiración en la concentración de su compañero de viaje, solo para decir de manera accidental en voz alta -No entiendo cómo eres tan centrado y tranquilo, pero eres un demonio cuando te enfureces, no te comprendo-, pensando que lo dijo en su cabeza sin darse cuenta que estaba pensando en voz alta, a lo que Zhèng le contestó con una simple frase -Los opuestos se complementas, Isolda, donde hay flores, en su anterioridad hubieron malezas-, dijo con tranquilidad. Al oírlo responder ella sintió vergüenza de haberle dicho eso en voz alta, solo pudo quedarse callada en forma de disculpas; a lo que él solo la miro por el rabillo del ojo y le dijo -No te sientas mal, es tu opinión, no me conoces, asique da lo mismo; ya podrás conocerme mejor-, dijo de una manera amistosa, mientras ocultaba su cara debajo de capucha de su túnica.
El camino que había elegido Zhèng Lí era una antigua ruta destruida por el paso de los años, puesto que el campamento de su grupo se ubicaba era en la famosa "Tierra sin Banderas" en la zona sureste de esta zona, y el pueblo donde se dirigían se encontraba en el norte céntrico. Lo que en un viaje de un mes seria para muchos, para él sería una semana, de algún modo él conocía rutas antiguas que le podrían acortar el trayecto. A paso de pie estaría siguiendo rutas sin siquiera leer ningún mapa o bosquejo de dichas rutas. Pronto pasada cuatro horas de viaje, aproximadas las seis de la tarde, Zhèng Lí le dio el aviso de detenerse a Isolda y empezar a levantar un campamento. No almorzaron por moverse rápido ambos estaban hambrientos, era mejor detenerse a descansar; ambos buscaron un lugar cerca de un rio o estanque donde recolectar agua. Pasó el tiempo y el campamento temporal ya estaba de píe, Isolda había armado su tienda, mientras Zhèng dormiría en un pozo que cavó y camufló para que fuese a sus palabras "invisible", para los animales y asaltantes. La noche se había asomado y la conversación empezó de manera repentina mientras ambos se preparaban para cenar algo y luego dormir.
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El último Estándarte
AdventureUna historia de fantasía y aventura construída en un mundo ficticio ambientado en la época del medievo, donde el protagonista Zhèng Lí, un novato miembro de una organización, se embarca en misiones donde correrá muchos peligros, junto a sus compañer...