ℙ𝕣𝕠𝕝𝕠𝕘𝕠

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El sol comenzaba su lento descenso en el horizonte, una ceremonia diaria que pintaba el cielo y el suelo con tonos anaranjados, como si el universo mismo se despidiera del día que llegaba a su fin

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El sol comenzaba su lento descenso en el horizonte, una ceremonia diaria que pintaba el cielo y el suelo con tonos anaranjados, como si el universo mismo se despidiera del día que llegaba a su fin. El timbre resonó en el aire, una señal que cortaba la actividad frenética de las clases y daba paso al merecido descanso para los estudiantes de la prestigiosa academia UA. Los pasillos se llenaron de jóvenes que, con pasos apresurados, se dirigían hacia sus dormitorios, ávidos de recargar energías para el sábado que se acercaba, prometiendo momentos de relax y diversión.

Pero para la Clase 2-A, ese descanso era más que una simple pausa. Aún adaptándose a su segundo año, las demandas académicas y los rigurosos entrenamientos se intensificaban día a día. Algunos luchaban por mantener el ritmo, sintiendo el peso del desafío sobre sus hombros, pero con la esperanza de que, con el tiempo, podrían encontrar su lugar y prosperar en este exigente ambiente.

Dentro del aula, dos figuras quedaron rezagadas, Kyoka Jiro y Shoto Todoroki, designados por el horario como responsables de la limpieza. Mientras sus compañeros abandonaban el salón en un murmullo animado, ellos se quedaban atrás, sumidos en la tarea encomendada.

El trabajo comenzó en un silencio completo, solo roto por el suave raspado de las escobas y el murmullo lejano de los estudiantes que se alejaban. Aunque llevaban tiempo siendo compañeros de limpieza, rara vez intercambiaban palabras. Todoroki, reservado por naturaleza, parecía encontrar consuelo en el silencio, mientras que Jiro, no precisamente tímida, tampoco hallaba un tema de conversación que considerara apropiado. Así que optaba por concentrarse en la tarea, guardando sus pensamientos para sí misma. Era irónico cómo, a pesar de compartir tanto tiempo juntos en esa labor, ninguno se atrevía a romper el silencio, excepto cuando necesitaban ayuda mutua.

"Hmm, Jiro", rompió finalmente el silencio Todoroki, marcando un cambio en la dinámica habitual.

Jiro apartó la mirada de su escoba para encontrarse con la de él. "¿Qué pasa, Todoroki? ¿Necesitas ayuda con algo?", preguntó, intrigada por la interrupción.

"No, quería preguntarte algo", respondió él, y la curiosidad de Jiro se intensificó, aunque optó por guardar silencio y permitirle continuar. "Se trata del festival".

El festival cultural de este año había llegado antes de lo esperado, por razones desconocidas que seguramente no eran tan significativas. Al igual que el año anterior, Jiro se preparaba para tocar con sus compañeros de clase, siguiendo la petición de los maestros quienes amablemente les solicitaron repetir el acto debido al gran éxito que tuvo en esa ocasión. Seguramente, los estudiantes y personas externas que asistieran al festival estarían esperando otro concierto memorable. Por supuesto, Jiro y los demás aceptaron sin dudarlo, y los roles serían los mismos que el año pasado. 

Sin embargo, esta vez, Todoroki tenía algo en mente que quería expresar. "Quería saber si... ¿podrías dejarme tener un rol más principal? Como, no sé, tocar la guitarra o el bajo", preguntó de repente, su voz resonando con una necesidad que no solía mostrar. Jiro se quedó desconcertada por la propuesta, sorprendida por esta solicitud inesperada que desafiaba la norma establecida.

Armonía De Fuego - Todoroki x JirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora