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♡ En su segundo año en la preparatoria UA, la calma reina tras las turbulentas experiencias del primero. El festival cultural se acerca y la clase 1-A, ahora conocida como 2-A, se prepara para el evento una vez más. Durante este t...
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Una vez más, en el aula desierta de la academia, se encontraban Todoroki y Jirou, cumpliendo con el rutinario deber de limpiar después de que sus compañeros y el profesor abandonaran el lugar. El viernes se desplegaba tranquilo, con la atmósfera de la academia envuelta en silencio, salvo por algunos profesores dispersos y escasos alumnos realizando tareas similares en otros salones. Entre tanto sosiego, Todoroki y Jirou trabajaban en silencio, aunque esta vez el aire estaba cargado con una tensión que no se había presentado antes.
Jirou, en particular, se encontraba visiblemente molesta con el chico de cabello bicolor. La razón era simple pero espinosa. Había pasado una semana desde que él había dejado de buscarla para sus sesiones de bajo. A pesar de que las sesiones de entrenamiento estaban programadas para los sábados por la mañana y aún no habían tenido una desde el sábado anterior, la ausencia de Todoroki durante la semana había sido notoria. Jirou había esperado en vano cada día que él llamara a su puerta para comenzar sus prácticas, pero no ocurrió. Si él no quería seguir, ¿por qué no se lo había comunicado? La incertidumbre y la falta de comunicación le estaban resultando difíciles de sobrellevar.
Sin embargo, esta no era la única razón de su molestia. Todoroki había estado evitándola durante los últimos días. Cada vez que intentaba entablar una conversación o simplemente acercarse a él, él encontraba una manera de esquivarla. Jirou no lograba comprender por qué de repente Todoroki había empezado a actuar de esa manera. Se preguntaba si había hecho algo que lo hubiera molestado, si había dicho algo fuera de lugar o si su comportamiento había sido inadecuado de alguna manera. Las dudas y la frustración la consumían, incluso cuando intentaba refugiarse en la música para encontrar algo de alivio.
En cuanto a Todoroki, su evasión tenía un motivo claro: estaba ocupado planeando algo que había estado meditando durante semanas. No asistía a las sesiones de bajo no porque no quisiera, sino porque necesitaba concentrarse en su plan y también porque había solicitado la ayuda de Izuku para algunos asuntos. Evitar a Jirou era una medida de precaución para no revelar accidentalmente sus intenciones. Sin embargo, ahora se arrepentía de no haberle comunicado a Jirou que no podría practicar esa semana, una simple excusa habría bastado para evitar malentendidos.
A pesar de todo, le alegraba ver que Jirou ya no necesitaba el parche en su rostro. El moretón había desaparecido rápidamente, lo cual lo aliviaba. Le resultaba incómodo verla lastimada, especialmente si era por su causa. Sin embargo, la situación entre ellos se volvía cada vez más compleja, y lamentablemente, era demasiado tarde para corregir los errores de comunicación que habían llevado a esta distancia entre ambos.
"¿Por qué me miras tanto?" preguntó Jirou, confundida y con un tono de seriedad que dejaba claro su resentimiento.
"N-nada..." murmuró él, apartando la mirada de ella. El tono serio de Jirou lo asustó un poco y le hizo comprender que no era momento para bromas.
"Llevas un buen rato lanzándome esa miradita. Dime, ¿qué ocurre?" exigió ella una respuesta, clavando sus ojos en él.
"Yo quería preguntarte algo", respondió él, y Jirou alzó una ceja expectante.
