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♡ En su segundo año en la preparatoria UA, la calma reina tras las turbulentas experiencias del primero. El festival cultural se acerca y la clase 1-A, ahora conocida como 2-A, se prepara para el evento una vez más. Durante este t...
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Dos semanas habían transcurrido desde que Jirou comenzó a enseñarle a Todoroki a tocar un instrumento, específicamente el bajo. Durante este tiempo, el joven de cabello bicolor se mostraba notablemente concentrado en su aprendizaje, a pesar de que lamentablemente no había conseguido un lugar en la banda principal. Aun así, su compromiso era evidente; había mucho terreno por recorrer, pero él se mantenía firme en su causa. Hasta el momento, solo había intentado tocar alguna melodía sin éxito, aunque ya había aprendido a leer partituras. Sin embargo, aún quedaba lo más importante: el sonido.
Estos días, las clases habían sido agotadoras, llenas de tareas, proyectos y entrenamientos, dejando poco tiempo para practicar. Pero eso ya había llegado a su fin, y mañana sería sábado, lo que significaba que tendrían tiempo libre para practicar más.
Como era costumbre los viernes, después de las clases, ambos se quedaron en el aula limpiando, siguiendo su horario asignado.
"¿Mañana continuaremos practicando?" preguntó Todoroki a su compañera mientras barría el suelo con una escoba.
"Me preguntas eso todos los días, y la respuesta sigue siendo sí", respondió ella con calma, centrada en su tarea en el extremo opuesto del aula.
"Solo quería asegurarme de que pudieras", comentó Todoroki. Últimamente, habían estado pasando mucho tiempo juntos, por lo que ya no era raro que mantuvieran conversaciones.
"No tengo nada más que hacer mañana", dijo ella sin más. Sus compañeros habían propuesto cambiar el día de ensayo para el domingo para poder disfrutar del sábado, y ella no tenía ningún problema con eso, así que no tenía absolutamente nada que hacer mañana.
"Ya veo..."
"¿Y qué hay de ti? Estás muy comprometido con esto, pero te dije que no podrías tomar el lugar de otro chico en la banda", comentó Jirou.
"Supongo que me está gustando. Sería bueno tener un hobby", respondió Todoroki. Sabía que su petición había sido negada y que no era seguro que tuviera un rol más activo, pero quería darle una oportunidad a la música. Algunos de sus amigos le habían aconsejado que sería bueno que tuviera algo que hacer además de entrenar y estudiar, y aprender a tocar el bajo estaba resultando bastante disfrutable para él.
"Comprendo", dijo Jirou, limitándose a responder. "Me alegra que alguien más quiera aprender sobre música".
"Todo es gracias a ti. Eres una buena maestra", admitió Todoroki, regalando una pequeña pero linda sonrisa a su compañera. "Me gusta mucho la forma en la que enseñas".
"Últimamente me estás dando muchos halagos", admitió Jirou con una pequeña sonrisa feliz ante el cumplido del chico. "Harás que me sonroje".
"Solo digo la verdad", respondió él sin más.
"Lo sé, aprendes rápido. Hasta ahora no he tenido problemas contigo, solo sigue así".
