Jujutsu ga kill

Cap 8

Al día siguiente con lo ocurrido con la muerte de Sheele e Itadori exponiendo algunas verdades a medias. Night Raid estaba decaído, Mine trataba de comer, pero debido a sus heridas no podía ni sostener la cuchara, hasta que Akame se acercó.

—¡Ah! — se quejó Mine

—Mine. — dijo Akame mientras estiraba su brazo con la cuchara sostenida en dirección de Mine, dando a entender que le ayudaba a comer.

—Déjame en paz, ya sabes que puedo comer sola. — dijo Mine molesta por lo que trataba de hacer Akame.

—Solo estoy tratando de ayudarte. — Mine al ver como Akame de verdad trataba de ayudarla decidió ceder.

—... Está bien. — con eso Akame acerco la cuchara con comida para que Mine pudiera comer. Todo ocurría bajo la mirada de Tatsumi, quien estaba en la cocina pelando unas papas.

—Sheele ha sido asesinada. Sin embargo, Akame tiene una expresión serena, como si nada hubiera pasado... pero la que la mató... pensar que fue esa chica. — Tatsumi pensó para sí mismo, y observó el comportamiento de sus compañeros después de la muerte de Sheele.

—Este trabajo... nunca imaginé que fuera muy desgarrador. — terminó de pensar para sí el castaño.

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Tatsumi y Leone se encontraban haciendo una misión dada directamente por el ejército revolucionario. Asesinar a dos directos del primer ministro, a los cuales estaban observando desde afuera de la habitación. En un rápido movimiento Leone y Tatsumi se colocarían de los directivos por parte del castaño apuñalándo a uno por la espalda y por parte de Leone rompiendo el cuello del hombre.

Cuando el dúo ya se iba, Tatsumi escucharía la voz de un niño, deteniendo su andado

—¿papi? ¿Qué eran esos ruidos...?  — Cuando el niño vio los cadáveres de su padre y el otro hombre, gritó horrorizado. —  ¡¡¡pa...Papi!!!

Tatsumi no soportando los gritos de un niño que perdió a su padre, se fue del lugar con todas sus fuerzas. Afuera del sitio se encontraba Leone e Itadori esperando al castaño.

—Tatsumi al fin llegaste ¿por qué tardaste tanto? — le pregunto la vasija del Sukuna.

—No es nada, estoy bien solo hay que irnos rápido, antes de que vengan los del imperio.

—Está bien, vámonos.

En el camino todos estaban callados, sin decir una sola palabra, y se querían mantener así ya que el ruido del viento moviendo las hojas de los árboles, el cantar de los pájaros los tranquilizaba.

Llegando a la base Tatsumi avisó qué iría a lavar la espada al río, dejando solos a Leone e Itadori. Los mencionados al ver la actitud de Tatsumi decidieron opinar al respecto.

—¿Crees que está bien, Leone-san?

—En unos días debe estar bien, está procesando el cambio de perspectiva. Aunque debemos darle consuelo, no vaya a ser que se vuelva loco.

—Si... él necesita consuelo...— Leone no pudo evitar cerrar la mirada hacia Itadori, quien decidió seguir a Tatsumi.

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Tatsumi limpiando la sangre de su espada mientras en un río, mientras se ponía a debatir sobre lo que hizo.

—Mierda... era un corrupto qué engañaba y mataba gente... sin embargo, para su hijo no era más que un buen padre, ¿verdad? — Tatsumi se cuestionó si lo que hizo estuvo bien.