Cretino de manual | Yoonkookgi

21 Extra

Jungkook había regresado a vivir a Corea, tras otro año y medio haciendo la especialización y trabajando.

Había conseguido que lo trasladarán a la sede en Seúl, y gracias a sus padres había comprado un departamento bien ubicado y cerca del barrio en el que estaba viviendo Yoongi.

Quién ese día estaba refunfuñando porque su novio parecía haber olvidado su segundo aniversario.

—He comprado lo que querías ¿pero por qué no le compraste flores?

—Yoongi no es muy fan de las flores. A él le gustan los peluches...gracias Taehyungie.

—De nada. Se que esta primera semana, tu novio te absorberá -literalmente- y no nos podremos ver. Pero, veámonos el fin de semana. ¿Sí? Te dejo, he quedado con Jimin y Jieun para tomar algo.

—Claro. Salúdalos.

Alza el pulgar y se marcha del departamento.

Jungkook termina de arreglar las maletas, toma el regalo y sale de casa para estar cerca del trabajo de su chico,  y entonces llama a Yoongi.

—Hola Yoon.

—Hola idiota. A buenas horas te acuerdas que tienes novio. ¿Qué has hecho que no me has llamado?

Jungkook sonríe ante la llamada.

—Me corté el pelo, tomé un vuelo y ahora estoy a cinco minutos de llegar a donde estas.

—No bromees con eso. No es gracioso. —Se molesta.

—Parece que estaba a menos minutos .—Se ríe.—Gira. Te veo a lo lejos. ¿Saliste a fumar?

—¡Ya no fumo! Ahora como caramelos de eucalipto y miel. Espero que me quieras aunque el azúcar se coma mis muelas. —Bromea.

Y entonces se gira y lo ve.

—Mierda, estas aquí. Maldita mierda, eres tú.

Mal hablado, como siempre. Grita, cuelga y sale corriendo a los brazos de Jungkook quien lo aprieta.

Entonces, escucha el sollozo, Yoongi esta llorando.

—Maldito idiota, te extrañé. Debiste decirme que ibas a venir de visita. ¿Cuanto tiempo vienes? Espero que tus padres entiendan que yo necesito de ti. No quiero compartirte, ya sabes que soy posesivo...así que...

—Yoon. Estoy de regreso, pedí mi traslado así que...ya no estaremos separados.

Yoongi esconde su cabeza en el pecho contrario.

—¿Dónde te estas quedando?

—Tengo departamento.—Le guiña y entonces Yoongi se separa.—¿Sorpresa?—Dice y saca de la bolsa un peluche con forma de conejo.

—Un conejo, es lindo. Hoy te montaré como a uno. —Dice con un mohín desvergonzado y Jungkook se sonroja.

Sin importar el tiempo, Yoongi siempre conseguirá hacerlo sonrojar con sus palabras.

—Menos mal que dormí en el viaje. Porque pienso estrenar cada parte de nuestro nuevo hogar.

—¿Estas pidiendo que viva contigo? —Se acerca a sus labios y Jungkook se mueve hasta su oído mientras lo aprieta contra su cuerpo y susurra una afirmación.

—Acepto.

Al llegar al departamento, los besos desordenados se anteponen a la presentación del nuevo hogar, y Jungkook lo hace acostar en el sofá por no llegar a la habitación.

Lo acuesta, desnuda y es tan autoritario como caballero, haciendo enloquecer a Yoongi.

—Jungkook, ninguna paja o dildo, se compara a tu pene. Te extrañé amigo.—Dice mirándole el miembro antes de darle un beso en la punta.—Se puso rojito...que tierno eres incluso aquí.

—Ay, cállate, tonto.—Delinea con el sin hueso sus labios.—anda, ven aquí.

Musita, y se incorpora para hacer que su chico se ponga encima de él y empezar a entrar en él mientras no solo lo llena con su miembro húmedo y caliente, si no que lo elogia por tomarlo tan bien después de tanto tiempo, por ser lo mejor para él.

También hay palabras bonitas y muchas caricias que lo cuidan y lo hacen sentir increíble.

—Yoongi...hoy...yo también te necesito en mí.

—Entonces, hazme llegar..., y entonces, lo sacarás, te pondrás ante mí y yo me correré dentro de ti. —Dice con voz lasciva y todo se vuelve más erótico, rápido y húmedo.

—Que romántico eres eh.

—Soy lo que te gusta.

—Ajá, un cretino de manual, aunque ya solo en la cama.

Yoongi al escucharlo, le da una nalgada y se mete en su interior.

—Te. —Embiste.—Amo. —Besa su nuca y se corre dentro del alto que lo aprieta jadeando y echa la cara hacía atrás para buscar sus labios desesperadamente.

Fin, fin. Fin