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Antes de poner un pie en su cuarto, suspiro para sacar las malas vibras que le pegaron sus compañeros de club, sabía perfectamente que la Alfa ya estaba en el cuarto, solo faltaba que llegara el Omega un rato para poder descansar en paz.

Entro y vio a la chica feliz, practicando sus golpes para el ring, esa felicidad le gustaba pero a la ves, lo ponía celoso en cierto modo ya que mientras ella ya se pufo integrar, el apenas puede hablar sin que el resto lo tenga como presa fácil; solo se recosto en la cama de la chica y sulto un gruñido.

—¿Por qué la cara larga Phillip?. - miro a su amigo - ¿Te echaron del club o qué?

—Estoy aburrido. - mintió - Es todo.

—¿Y eso?, No sueles ser haci wey. - se sentó a su lado.

—Posta weona, ¿no teni otra wea que hacer que andar aquí molestando o que?.

—Solo preguntaba. - alzo las manos.

—Por lo menos eso sabes hacer.

—Te me calmas o te doy tremendo putazo.

—¿Lo aprendiste de tus padres o que?.

Se percato de sus palabras, arrempitiendose de estas en un instante, pero la chica no lo vio haci, lo vio como cierta amenaza hacia ella por lo comentado. Frunció el ceño para darle la espalda al chileno.

—¿Ahora que les paso a ustedes?. - reconocieron la voz.

Ambos miraron al Omega el cual estaba algo despeinado y con sus parpadeos siendo más pesados, el entró y se sentó en medio de la cama lo cual confundió a los chicos.

—¿Qué pasa Missa?. - pregunto el chileno.

—Eso es lo que yo les pregunto a ustedes.

—Nosotros estamos bien. - sonrió un poco la chica - ¿No es haci?.

—Es verdad. - le siguió el juego.

—Uno, tengo un lazo con ustedes par de melolecos bipolares. - les señaló - Y dos, se que algo les pasa, ¿Qué es lo que les fastidia?.

Se miraron entre sí, ninguno quería decir algo de más, en especial el par, el azabache al notar aquello extendió sus brazos hacia los otros en forma de abrazo. Ninguno de ellos se nego a ser abrazado por el Omega.

Ser envueltos en ese dulce aroma que les enloquecía aunque nadie de los tres lo admitiera, era algo de ellos y para ellos ese momento tan agradable, era de esperarse que los olores se pegaran entre sí, que aquellos colmillos volvieran a su ligero palpitar al estar demasiado cerca de sus correspondientes marcas en el cuello ajeno, no había pasado más de un mes deste que marcaron al mayor pero aquella necesidad de morderlo nuevamente se volvían presentes.

Poco a poco empezaron a besar el cuello del mexicano, el cual, se sorprendió por los acciones ajenas en su cuerpo, su corazón empezó a latir con fuerza y sus mejillas teñirse en rojo, los alejaría de su cuerpo si no fuera por que le gustaba, le estaba gustando eso, apretaba sus dientes para no sacar algún sonido, aferraba sus manos a las camisas de los otros, pero hubo algo que lo hizo sentir un shock en su cuerpo.

Sentir las manos de los Alfas bajo su camisa para tocar su piel; mientras que las de Mafer eran pequeñas pero un poco ásperas de las yemas, las de Phillip eran grandes pero suaves, ambas empezaron a pasearse por su cuerpo mientras seguiam con los besos.

Solo pararon cuando lo escucharon dar un quejido ahogado.

♤•♤

Rola miraba de reojo a Rojo, al último mencionado se le mas notaba distraído de lo usual, haci como los acercamientos hacia el personal Omega, era demasiado lo cual sólo implicaba una cosa y esperaba que no fuera eso que tanto temía.

Lo tomo del brazo y lo saco del área de cocina para estar ambos en la bodega del restaurante, sujeto al Alfa por los hombros para que le prestara atención.

—Rojo, te tengo una pregunta y espero que sepas responderla.

—T-te escucho. - se abrazo a sí mismo.

—¿Estas entrando en estado de Celo?.

El Alfa se contrajo un poco hacia sí mismo, esto preocupo al Beta, en especial por que sabía que era peligroso tanto para los demás como para el chico. Optando por sentar al más joven y que recargará su espalda contra la puerta mientras que el se incaba frente suyo para poder tomar su temperatura.

—E-eso creo. - miro al de rulos - Se a-adelanto un po-poco.

—¿Qué tanto?. - ladeo un poco la cabeza.

—Un mes.

—¡Eso es demasiado!. - lo sacudió un poco.

—Lo se. - bajo la mirada un tanto desperado - Ayúdame, por favor ayúdame. - susurro.

Se negaría, lo golpearia con todas sus fuerzas para dejarlo tirado allí pero no era capaz de eso, con solo verlo de esa manera, le hace recordar cuando su hermano pasa por eso.

—¿Cómo te puedo ayudar?.

Algo malo de ser Beta, era de no percatarse del olor del Alfa, el ya tenía el olor del de cabello largo más que pegado a él, el lugar también tenia su olor lo cual sólo ocasióna que un instinto se incremente en el; el querer morder.
De un rápido movimiento por parte del de cabello largo, el de rulos estaba contra el piso, sus manos eran sujetadas por encima de su cabeza lo cual lo altero de inmediato pero no más que ver al chico con un ligero babeo en su boca, aún con la oscuridad de la bodega, juraba que podía ver los colmillos del chico. Saco un pequeño quejido al sentir la dentadura filosa del Alfa penetranto su cuello, como los dientes ajenos cada ves apretaban ese agarre con el fin de "Marcarlo" como su propiedad.

Para el Rojo era un poco frustrante el no poder marcar bien al Beta, esa necesidad de tener algo proclamado por su cuerpo era demasiado grande como para darse cuenta de que era algo relativamente tortuoso para Rola, quien sólo se limitaba a a dar grandes suspiros, apretar sus amos y sacar pequeñas lágrimas por el dolor, no podía llamar la atención de sus compañeros o gente del lugar, sería aún más complicado para explicar.

Cuando se separo de su cuello pensó que seria todo, pero no fue hacia al sentir otra mordida con más desesperación.

Dolería, Dolería demasiado.

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Wenas gente, aquí tamos devuelvo ^^

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⏰ Última actualización: May 01 ⏰

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¿Amor o Confusión? // Mr.Phissa / Missafer / ¿Phissafer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora