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Missa estaba recostado en el sofá de su hogar dejando a su mente vagar en la noche junto con el sonido de la lluvia, este no podía consolidar el sueño y tampoco tenía pastillas para sus problemas de insomnio, el mismo sabía por qué empeoraron, el por qué le es complicado cada ves más el siquiera dormir, el no poder comer bien, incluso los pensamientos que llegaban en ciertos momentos.

No quería tratar con eso en ese momento ya que no fue a trabajar por petición de su jefa, sabe que su celo llegara en cualquiera de esos días y por ende dentaria que aislarse de todo, muy probablemente solo dormirá esos tres días de infierno para el, solo sus hermanos le traerían cosas o se quedarían un tiempo.

El sonido de golpes en la puerta lo saco de sus pensamientos, parándose para mirar por la ventana haver de quien o que se trataba, apenas ver habrio la puerta con rapidez.

Tanto Mafer como Phillip estaban parados en la puerta, apenas de pie por haber corrido, con sueteres empapados, sus ojos llorosos y algunas mochilas que ya deducia que eran prendas; el chileno tenía un golpe un su mejilla de un tono ya rojo junto con una mano sangrando de su palma mientras que la mexicana apretaba su brazo derecho sobre el suerter manchado de rojo su manga y su pelo cubría parte de su rostro.

—¿Podemos pasar?. - hablo el castaño aguantando las lágrimas - Por favor.

—Siéntense en el sofá, - tomo las cosas metiéndolas a su casa - Buscare algo para curar eso qué tienen.

—Gracias Missa.

Ambos pasaron al hogar ajeno con sus miradas bajas, miraron y no era tan grande, la sala y cocina estaban en el mismo lugar pero acomodado de tal foma que dejaba el comedor detras, una pantalla y una repisa eran visibles con denaciadas cosas, una puerta daba al baño y otra un poco más ancha que daba al cuarto del Omega por que este entro allí, el lugar era blanco, con detalles negros en formas de olas.

—Quitense los sueteres que están mojados. - se les acercó con un maletin y toallas.

Phillip se quito su sueter con cuidado para que el azabache lo tratara mientras que mafer se aferraba a su brazo.

—Mafer, ocupo que te quites tu sueter. - hablo terminando de vendar la mano de chileno.

—No te preocupes, - tomo la palabra Mafer - Haci estoy bien.

—Si no te lo quitas  no podre tratar tu herida, - le extendió la mano - No te haré nada malo, lo juro.

Miro al castaño con dudas pero este le sonrió bajo y puso su mano no lastimada sobre la espalda de su amiga, al final accedió al trato del Omega frente a ellos.

Missa al ver la herida se quedo estático, era como si ella se hubiera rajado el brazo con un cuchillo, sabía ya como tratar esas heridas, pero no sabía el motivo de estas mismas, su cabeza le empezaba a torturar con solo estarlas tratando, indagando en recuerdos no muy lejanos para el pero si para su alrededor; todo estaba callado entre los tres, apenas terminar con el brazo de la chica, movió con cuidado su pelo notando un golpe que tenía en su ojo ya de morado.

—¿Que fue lo que paso?.

—Nos caímos y-

—Quiero la verdad... ¿Qué fue lo que les paso?.

Este no sonaba enojado o violento si no que preocupado, su mirada buscaba respuestas y se apiadaba de ellos en ese momento, sus dedos pese a ser fríos, sus palmas eran calientes, algo reconfortante para ellos dos.

—El señor Vegetta lo hizo. - hablo alfin

—¿Tu padrastro Omega?. - ambos asintieron - ¿Por qué razón?.

—Le levante la voz y-y no le gustó, - las lágrimas empezaron a caer - M-mi padre me d-dio un puñetazo le dijo qu-que me diera una lección y-y me hagarro del brazo para cortarme, el uso su voz...

—Yo me interpuse para que no le diera otro corte, - tomo la palabra Phillip - Pero me lleve el corte y un golpe... tome algunas de nuestras cosas y...

—Vinieron aquí. - suspiro profundo - Bien, ahora tengo motivos para volver a darle un guitarrazo a alguien.

Ambos se miraron entre sí y luego al azabache - ¿Si nos podemos quedar?.

—Es demasiado obvio que si, no los pienso dejar con ese par de enfermos mentales. - sonrió - ¿Me puedes dar el número de tus padres Phillip?.

—¿Por qué?.

—Para que sepan que estas aquí y no allá, lo mismo para ti Mafer pero seria de Mariana.

—¿Estas seguro?.

—Estoy seguro, además ustedes tienen que dormir ya que mañana es sábado... no se dentran que preocupar.

—Pero-

—Pero nada, cambiense de ropa y se duermen en mi cama, no hay problema por mi a decir verdad.

El par antes de retirarse abrazo al Omega y le agradecieron con sonrisas ensus rostros, este apenas supo reaccionar ante ello, mirando como los otros se retiraban a su cuarto suspiro tocando su pecho, miró su repisa y tomó una foto que estava en esta misma, poco a poco tomó las cosas relacionadas con esa foto y las guardo todas en una caja escribiendo algo en esta andes de guardarla arriba de su ropero.

Los Alfas ya estaban dormidos en su cuarto pero no estaban abrigados por lo que tomo una cobija y los tapo, el se fue a la sala de estar y se recosto en su sofá como si fuera un enorme colchón.

—Si los vieras... Si los conocieras... ¿Qué les dirías tú?. - murmuró entre sus lágrimas y lamentos.

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¿Vasos con fresitas?.

¿Amor o Confusión? // Mr.Phissa / Missafer / ¿Phissafer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora