Halo X Naruto: El Legado de los Bijus

Capítulo 9: La Herencia de los Guardianes

En el tranquilo planeta que alguna vez fue el hogar de Hagoromo y Hamura, el tiempo fluía como un río eterno, llevando consigo los recuerdos de los antiguos sabios. Más de dos mil años habían pasado desde que los guardianes del cosmos habían dejado este mundo, pero su legado perduraba en la memoria de aquellos que los veneraban.

En las profundidades del bosque sagrado, donde los árboles susurraban antiguas canciones y los ríos fluían con la sabiduría de los ancestros, el Clan Uzumaki se había convertido en los guardianes designados del legado de Hagoromo y Hamura. A través de generaciones, habían protegido el botón o dispositivo que Aura había dejado, conocedores de su importancia y el significado de la leyenda que lo acompañaba.

Para los miembros del Clan Uzumaki, el botón era más que un simple artefacto; era un símbolo de esperanza y responsabilidad. Sabían que su deber era preservarlo y utilizarlo solo en las circunstancias más extremas, cuando el mal amenazara con consumir el mundo.

A lo largo de los siglos, el botón pasó de generación en generación, transmitiendo el legado de los sabios a aquellos dignos de llevar su carga. Cada portador se comprometió solemnemente a protegerlo con su vida, jurando estar preparado para cumplir con su propósito en el momento de mayor necesidad.

Y así, en el presente día, el botón permanecía resguardado en el corazón del bosque sagrado, esperando en silencio el momento en que su llamado fuera respondido. Los miembros del Clan Uzumaki continuaban su vigilancia, sabiendo que, aunque los guardianes originales ya no estuvieran, su legado vivía a través de ellos y de la promesa que habían hecho al universo.

En el abrazo de la naturaleza, donde el tiempo y el espacio se entrelazaban en una danza eterna, el botón permanecía como un testamento de la fe y la determinación de aquellos que habían dedicado sus vidas a proteger el mundo. Y en la distancia, Aura, la guardiana de la Espíritu de la Redención, velaba desde las estrellas, lista para responder al llamado en el momento en que fuera necesario.