- Wingardium Leviosa.
Aike movió su muñeca, tratando de hacer el hechizo.
- No es así, bobo.
Reí levemente mientras tomaba la muñeca de Aike y posicionarla correctamente.
- Así si.
- ¡Wingardium Leviosa!
La pluma que apuntada el azabache de cabello anaranjado comenzó a levitar hasta estar a unos 6 metros de distancia.
Había ignorado completamente la advertencia que me encontré en mi dormitorio, Aike es mi amigo y no pienso distanciarme de el. Aunque no podía evitar sobrepensarlo.
- Soy demasiado bueno.
Sonreí levemente.
- Abril, ¿Te vas a quedar las vacaciones de navidad en Hogwarts?
- Si, de hecho si. Mi madre va a estar trabajando y mi padre tambien, ¿tu?
- Yo me voy a mi casa, pero prometo mandar regalos.
Hice un leve puchero al escuchar la noticia, ¿Aike me iba a dejar las navidades? Que aburrido.
- Eres malo Aike-
No pude terminar la frase ya que de inmediato me interrumpió una chica de cabellera dorada, si, era Leyre.
- Aike, ¿nos vamos?
- Ah- si, Abril me tengo que ir, se me olvidó decirte que quedé con Leyre.
Arqueé una ceja pero asentí, algo decepcionada.
- Esta bien, os veré pronto, supongo.
Aike me sonrió y me guiñó el ojo como hacia usualmente, por parte de Leyre, noté como me fulminaba con la mirada.
Cada día estaba el ambiente mas tenso y pasaba menos tiempo con Aike. Trataba de ignorarlo pero era algo sospechoso.
...
Querida Abril:
Se te acabaron las oportunidades, ya te avisé y lo vas a lamentar.
Anónimo.
Ya estaba cansada. Estaba cansada de recibir constantes amenazas por escrito. ¿Qué cojones había hecho? Parece que el remitente de la carta era alguien muy tóxico y celoso.
Rompí la carta de en dos, necesitaba descargar toda la ira que recorría mi cuerpo sin previo aviso. La carta se regeneró casí al instante, dejandola intacta.
Probé a sacar mi varita y realizar un hechizo recién aprendido, Incendio.
Fallé.
Ya estaba empezando a cansarme. Quería contarselo a Aike por una carta pero temía del rechazo o que no me creyera.
Finalmente escondí la carta sobre el cajón de mi armario y salí corriendo de mi dormitorio.
La mayoría de los estudiantes se habian ido a sus casas de vacaciones, en cambio yo seguía en Hogwarts. No puedo negar que se estaba bien aunque algo perturbada por esas cartas anónimas.
Sentía un sentimiento demasiado fuerte y poderoso sobre mi, un peso sobre mis hombros, una ansiedad que nunca antes experimente, ¿tan miedica era? Probablemente.
¿Me tendría que distanciar de Aike? Puede, aunque eso haría que mi corazón se despedazara.
Iba como siempre, ensimismada en mis propias mierdas, a veces me pregunto si era normal tener tanto encima tan solo teniendo 12 tristes años.
Tenía mis manos hundidas entre los bolsillos de mi túnica oscura, tenía la mirada completamente bajada, ¿Por que? Una mezcla de cosas, sentía verguenza y decepción de mi misma por ser tan miedica y por tener los ojos repletos de incontables lágrimas.
¿Quién mierda era quien me atormentaba los dias enviandome amenazas? ¿Hice algo malo? ¿Estoy bien? ¿Acabo de tropezarme? Si.
- Señorita Montague, mucho tiempo que no se tropieza, ¿verdad?
Sí, creo que sabemos todos a quien pertenece esa sarcástica y grave voz. Severus Snape.
No le logré contestar, no se la razón, estaba literamente temblando y solo logré susurrar un débil "lo siento" ¿qué me estaba ocurriendo?
Él de me dedicó un ceño fruncido, cruzó sus brazos mientras chasqueaba su lengua.
- Señorita, la noto algo... vulnerable, ¿esta todo en orden?
De nuevo, no pude articular ni una palabra. Sentía un nudo en mi garganta y si lograba decir algo iba a quebrarme.
Mierda...
Mis propios ojos me amenazaron con soltar una avalancha de lágrimas, tristemente no soy muy buena autocontrolandome
- L-lo siento, profesor...
Y salí corriendo, soy demasiado patética.
...
Estaba deambulando por los pasillos, se que esta mal pero no sabía que hacer. El profesor Snape probablemente me baje puntos cuando me vea o tan solo se enfade conmigo. Joder.
Seguía y seguía caminando, nadando en mis propios pensamientos. De repente de escuché un grito ahogado de una chica.
- ¡DETENTE! ¡POR FAVOR!
Corrí lo mas rápido que pude a la dirección donde provenían los gritos. Mis piernas estaban temblorosas pero aún así se esforzaban.
Pude escuchar una risa malévola y a una chica corriendo en mi dirección contraria, fue imposible detectar quien era.
Clavé mi mirada al frente y lo que ví no era nombrable.
Había una chica, pero no una chica cualquiera, la conocía perfectamente. Su uniforme con el logo de los leones, su cabellera oscura que caía en perfectas trenzas y esos amables ojos. Naiara.
Tenía varias hemorragias y parecía paralizada, tenía los ojos entrecerrados y la boca abierta, ¿qué habría pasado?
- ¿Naiara?
Mi voz salió demasiado débil, estaba realmente traumatizada, que iba a estallar.
- E-es e-ella... A-a-aike....
- ¿Qué? Espera... ¿¡Aike!?
Naiara cerró los ojos y dejo brotar una cascada de lágrimas que paseaban por sus mejillas.
¿Había sido la chica de las cartas anónimas? ¿Algún estudiante? Si, pero, ¿qué tiene aue ver Aike?
Pocos alumnos se habían quedado para las vacaciones, tendría que investigar esto a fondo.
- ¡Nai! ¿Ya estas?
Esa voz... Alexander.
Me levanté sin pensar y grité.
- ¡Alexander! ¡ayuda!
Pudé notar que sus pasos aceleraron y abrió los ojos como platos al ver el cadáver de Naiara al lado mía.
- ¿A-abril...?
- La encontré aquí hace unos minutos, ví a una chica corriendo-
No pudé continuar ya que los sonoros sollozos de Alexander se hicieron prioritarios en el cuarto.
Alex cayó al suelo apoyando sus rodillas y tapándose el rostro con sus manos. Lo único que pude hacer fué brindarle apoyo.
- Reportemos a un profesor...
Coloqué mis rodillas en el suelo y empecé a acariciar el cabello de Alex, quien lloraba desesperado. Me fue imposible no abrazarlo.
Duramos unos instantes así, escuchando nuestras respiraciones y en mi caso sus sollozos. Traté de eliminar las lágrimas de su pálido rostro.
- Hey, Alex, yo te apoyo, se que esto es duro...
Continué susurrando cosas algo reconfortantes a Alex hasta que se escucharon varios pasos acercandose a donde nos encontrábamos.
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¿𝘼𝙡𝙪𝙢𝙣𝙖 𝙤 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙢𝙖́𝙨?
Romance𝘈𝘣𝘳𝘪𝘭, 𝘶𝘯 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘪𝘯𝘶𝘴𝘶𝘢𝘭 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘹𝘤𝘪𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦. 𝘜𝘯𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘤𝘰𝘯 12 𝘢𝘯̃𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘤𝘪é𝘯 𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘪𝘣𝘢 𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘯𝘻𝘢𝘳 𝘴𝘶 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘢𝘯̃𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘨𝘳𝘢𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘵𝘪𝘭𝘭𝘰, 𝘏𝘰𝘨𝘸𝘢𝘳𝘵𝘴...