𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 5

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Mi respiración aumentó al igual que mis latidos, eso me había tomado definitivamente de imprevisto.

Snape nos dedicó una mirada de odio por unos instantes, aunque a mi se me hizo eterna, supongo que la razón era que me miraba específicamente a mi. Unos segundos después deslizó su capa y continuó con su camino.

Le seguí con la mirada y ví que iba hacia el castillo. Me sentí algo mal de lo que habíamos dicho.

Desvié la mirada hacia mis amigos y ví a todos con rostros demasiado distintos.

Alexander tenía la mano sobre su boca, riéndose a carcajadas, Leyre nos miraba temerosas, aún sin procesar lo que acababa de suceder, Aike, al igual que Alexander se reía a carcajadas y en cuanto a Naiara, ella tenía un rostro algo inexpresivo.

- Ahora vuelvo.

Dije y comencé a correr, detrás de Snape. Él iba a paso rápido, dirigiéndose hacia las mazmorras, yo le seguí lo más rápido que podía.

Mis jadeos eran audibles y supongo que por eso, Snape giró su cabeza y nuestras miradas se encontraron.

Cuando me aproximé a el hasta estar a su lado note su ceño fruncido y su ceja alzada, nada inusual en el.

- Profesor, me disculpo por lo que ocurrió.

No se si era mi imaginación pero noté que su rostro se suavizaba por más de dos segundos, parecía sorprendido, luego cruzó sus brazos y masculló en un gruñido.

- Señorita Montague... Si hace esto por los puntos que perdió ya puede irse.

Su tono era cortante y parecía que en cualquier momento me iba a escupir. ¿Porque tanto odio?

- No señor, no lo hago por eso, se lo aseguro. Prometo que no volverá a ocurrir.

Él soltó un sonoro suspiro y dijo en un tono más suave, aún con los brazos cruzados.

- Señorita Montague, váyase al Gran Comedor ya, va a empezar pronto la cena.

Yo asentí, sin saber que hacer. Había cambiado drásticamente de tema pero decidí no decir nada.

- Le veré allí entonces. Adiós, profesor Snape...

Retrocedí unos pasos, aún observandole, el volvió a suspirar y me miró por unos segundos más, para después entrar a su oficina.

Sonreí sin ninguna razón y fuí al Gran Comedor, como él me indicó.

...

Y así pasaron las semanas, haciendo los deberes que me mandaban, chismeando con Aike y soportando las clases de Snape, sus clases son buenas pero el es demasiado exigente con los alumnos, nos metía mucha presión.

- Debes concentrarte en el movimiento de tu muñeca y agitar la varita como indicó el profesor Flitwick. Aike... ¡Aike!

Aike se exaltó levemente y me miró algo distraido.

- ¿Qué haces? Presta atención, encima que te explico encantamientos...

- P-perdona Abril, continúa.

Yo cerré el libro de encantamientos y clave mi mirada sobre la de Aike, mientras mantenía una mirada pícara.

- ¿Qué mirabas?

- Nada, continúa.

- Si no me lo dices no sigo.

- Ash.

Él rodó los ojos y se levantó de su asiento para sentarse al lado mía, de repente noto su aliento sobre mí oído y un susurro suave.

- Solo miraba a... Una persona...

¿𝘼𝙡𝙪𝙢𝙣𝙖 𝙤 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙢𝙖́𝙨? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora