"¿Sabes lo que verdaderamente buscaba?
Qué me notes, así como solías hacerlo...
¿Lo recuerdas?
Justo antes de que todo esto pasara, antes de que nuestros caminos se hundiesen en lo más profundo de un pozo, encerrados y apartados del exterior...
Sol...
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"El destino juega con nosotros"
Ino se asomaba detrás de una pared, escondida, cerca del puesto de ramen de "Ichiraku". Sus ojos rodaron con fervor cuando por fin logró encontrar a Naruto, pero no estaba solo.
Estas últimas semanas habían sido intensas, sin tiempo para nada. Los entrenamientos del equipo diez cada vez se volvían más pesados, junto a sus primeras misiones, tan aburridas y tan monótonas. Las horas por la tarde en la floristería se vieron agrandadas, gracias al inmenso aumento de clientes desesperados por la primavera, las ventas sí que habían aumentado notablemente.
Estaba exhausta. Y cuando por fin obtuvo el preciado tiempo libre del fin de semana, a sus oídos llegó la noticia de que el equipo siete había partido rumbo a una misión en el país de las Olas, por lo que tuvo que esperar lo restante del mes hasta su regreso.
Por otra parte, extrañamente la euforia había comenzado a regresar a ella. Aunque había sido difícil dejar de pensar en todo, siempre se esforzaba en mantener su mente ajetreada lo máximo posible durante todo el día. Pero, a diferencia de aquella noche en el tejado, sentía que la "tranquilidad" y "normalidad" de antes resurgían de entre las cenizas. En consecuencia, ahora que lo pensaba, no comprendía que era lo que estaba haciendo ahí escondida, esperando a hablar con Naruto. ¿Era realmente necesario entablar una conversación con él, después de tanto tiempo?
Aquella era su mente, que cuestionaba y le ponía la contra a su subconsciente y corazón, quienes intentaban ayudar a resolver ese capítulo complejo de su vida. Aunque eso no conllevó que sería una tarea fácil, pues debía de escoger las palabras adecuadas para no estropearlo todo, ni tocar el tema del pasado juntos que una vez tuvieron.
Pero muy aparte de ese tema, Ino no entendía por qué Sakura estaba sentada junto a él, ¿Por qué siempre se tenía que entrometer en todo? ¿Y por qué le molestaba verlos juntos? Ver a Naruto siempre babeando por ella.
Inspeccionó una vez más firmemente cada detalle de lo que sucedía. Y se acercó unos metros para conseguir oír mejor la conversación.
—Y entonces me sorprendiste mucho, de verdas. Cuando escalaste ese árbol tan fácilmente. Te viste tan genial —nuevamente otro cumplido de Naruto para Sakura caía de repente.
—Ya lo sé. Esta es la cuarta vez que lo repites.
Ino sintío incomodidad.
Sakura, muy ajena a la situación, no le interesaba nada de lo que el chico decía.
—Pero lo más increíble fue que por fin aceptaste cenar conmigo —continuó Naruto.
—Solo porque es una cena para todo el equipo siete. Pero... —suspiró—. Sasuke aún no llega –se sintió desilusionada—. Y Kakashi sensei... siempre llega tan tarde. Pero de igual forma me iré al terminar de comer.
Naruto le sonrió por un instante, luego respiró profundamente, acomodándose su chaquete y, calmando sus nervios. Fue entonces que dijo: —Sakura, hay algo que necesito decirte. Es algo que he estado sintiendo...
