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Nuestro grupo de héroes corría entre antiguas ruinas y gritos; cuando pasaban por una derrumbada fortaleza en medio de su camino por una pradera, no esperaron que tres grandes e intimidantes mounstros estaban tras sus pasos y salieron a atacarlos.

-¡Astrid, corre!- le gritó Hiccup a la rubia, quien corría a sólo un par de pasos detrás de él, pero ella tenía pensado usar el arco y flechas que colgaban en su espalda.

Así que, con gran destreza y equilibrio, sacó el arma y giró su cintura para apuntar al feroz mounstro que los perseguía y lanzó una flecha en su clavícula, pero sujeto ni se inmutó; al contrario, aceleró el paso. Haddock no tuvo más remedio que tomarla de la muñeca y arrastrarla hacia otra formación de las ruinas que les sirvió como escondite. Y no muy lejos de ellos, Camicazi dejó de correr para estirar sus manos y convocar llamaradas de ardiente fuego para incinerar a la fémina llena de sangre que estaba detrás de Spitelout.

-¡Todos aquí!- indicó Heather señalando hacia una formación de rocas lo suficientemente extensa para ocultar a todos. Hiccup y Astrid fueron los últimos en llegar.

-¿Por qué no dejan de seguirnos?- cuestionó la princesa entre jadeos, mientras guardaba su arco con las flechas en su espalda.

-Sí, o sea, amo a los perritos, pero esos perros de la muerte tienen dienyes colosales y aterradores.- comentó Brutacio aferrándose al brazo de su hermana.

-Sersi no los dejará hasta que tomen a Heather y luego nos maten a nosotros.- aseguró la mujer severamente.

-¿No nos tendrán consideración por amigos de ella?- cuestionó Patán.

-Por fin aceptas que no llegarás a ser más que su amigo, Patán.- se burló Brutilda para luego chocar cascos con su gemelo.

-¿Ahora a dónde, Jefa?- le preguntó Hiccup a Camicazi, quien estaba a su lado e ignorando a los Thorton.

-Son muy rápidos, debemos escondernos.- intervino Patapez con un consejo.

-¿No los puedes quemar a todos?- volvió hablar el de rastas.

-Gastaría mucho poder y tendría que necesitar mucho tiempo para recuperarse.- respondió la salvadora ganándose una sonrisa por parte de su mentora, quien luego se dirigió al gemelo.

-Patapez tiene razón, Tacio. Debemos escondernos.- señaló ella desviando su vista detrás de las rocas que los ocultaban- En el Bosque Salvaje.- añadió observando su única salida.

-¿Qué hay de los peligros de las leyendas? No quiero que los trolls se lleven mi calcetín favorito.- refutó Brutacio cruzándose de brazos.

-Tú no tienes un calcetín favorito.- habló su hermana mirándolo con sospecha.

-¿Ah, no? ¿Por qué crees que jamás me quito mi calcetín izquierdo?- indagó él con una sonrisa triunfante, mientras los demás hicieron un sobreesfuerzo por detener sus arcadas producidas por el asco.

-¿En serio hay trolls en ese bosque?- se atrevió a preguntar Heather unos segundos después.

-Los trolls no deben ser tan intimidantes, ¿verdad?- soltó Camicazi alzando sus hombros y Spitelout negó con la cabeza, claro que él sabía que sí son una amenaza.

-¿Qué hay de Los Rompehuesos? Esos sí son peligrosos.- intervino de nuevo el castaño y ahora la atención del Jorgenson mayor pasó hacia él. Hiccup notó que lo observó con cierta sorpresa, pero luego su mirada cambió a una de indignación; decidió sólo ignorarlo.

-Si alguien tiene una mejor idea, estoy dispuesta a escuchar.- bramó la hechicera alzando una ceja.

Sin embargo, antes de que alguien pudiera volver a objetar o aportar en algo, los dos mounstros que quedaban saltaron sobre la formación de rocas y aparecieron frente a ellos.

∞ Protectors of Magic ∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora