Astrid supo de inmediato que Hiccup la estaba siguiendo, no quiso molestarse en encararlo y hablar con él, así que sólo siguió cambiando hasta que encontró un limpio río. Suspiró aliviada y se arrodilló en la orilla para llenar una de las cantimploras que compartían entre todos; sus movimientos estaban bajo la lupa del castaño, quien pacientemente se sentó en una gran roca al lado de ella y la divisó unos segundos antes de romper el tenso silencio.
-Lo que quieras decir, sólo dilo.- le pidió colocando sus manos sobre sus rodillas y mirándola expectante.
-Así nunca vamos a alcanzarlos. Y si lo hacemos, ¿qué debemos hacer con ellos? Se están volviendo unos...- la princesa se detuvo a sopesar bien su siguiente definición- Monstruos...- terminó diciendo y viendo un atisbo de ofensa en el rostro de Haddock- Lo siento mucho, pero si es necesario matarlos, no podemos dudar.- añadió tratando de sonar firme y determinante, pero un ligero temblor logró escapar de sus cuerdas vocales.
-Yo nunca dudé, solo trataba de salvarte.- arremetió el ojiverde, esta vez, mostrándose claramente ofendido y disgustado.
-No me tienes que salvar, Hiccup.- refutó la rubia también frunciendo el entrecejo y poniéndose de pie, luego de cerrar la cantimplora- Yo sé cuidarme sola, ¿ok?- aclaró cuando estuvo para frente a él.
-¡Eso no es cierto! ¡No puedes, Astrid!- protestó Hiccup vehemente, mientras también se ponía de pie y la encaraba.
Hofferson soltó una risa incrédula.
-Siempre te gano cuando estamos entrenando.- le recordó dejando que un toque de soberbia domine su semblante. Sin embargo, cuando él separa sus labios para discrepar, pero luego cierra la boca y se niega resignado, una alarma resuena en su cabeza y lo mira desconcertada- ¿Insinúas que me dejas ganar? ¿Por qué harías algo así?- cuestionó de inmediato retrocediendo un paso de forma vigilante.
Hiccup la miró con arrepentimiento y tuvo la necesidad de relamer sus labios antes de responder.
-¡Porque, Astrid, tu madre...!- ante la mención de su progenitora, la princesa lo interrumpió.
-¿Ella te ordenó ser mi amigo?- cuestionó bruscamente, aunque dejando ver en su expresión facial lo dolida que estaba al dilucidar sus palabras.
-¡No!- negó él rápidamente, casi en un grito- Solo me pidió entrenar contigo, pero eso fue al principio. Luego lo hice, porque me gustaba. No pensé que tendrías que pelear por tu vida.- reveló apenado y tendiendo algo de esperanza de que ella comprenda- ¡Astrid, espera!- musitó en un ruego cuando ella pasó por su lado y se dispuso a irse sin decir nada más.
-No.- gruñó al voltear a verlo con un brillo beligerante en sus azules ojos- De hecho, gracias por decirme.- agradeció irónica para después alejarse y regresar con los demás.
∞ ∞ ∞
Cuando Astrid regresó al sitio donde dejaron al resto del equipo, ni siquiera se inmutó cuando vió a la mayoría retorciéndose sobre la tierra del sendero y quejándose como si estuvieran agonizando.
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∞ Protectors of Magic ∞
Hayran KurguUna antigua profecía parecía extinguida a raíz de la muerte del malvado rey de Berk, Grimmel. Sin embargo, el reino aún no estaba seguro de las magias oscuras y aquella profecía de una salvadora hechicera y sus protectores recobró vida. Nadie puede...