★Las Rosas Siempre Tendran Espinas 🥀★

Capitulo 1

1 de marzo del 2013, el día en el que mi sufrimiento acabo...

Ya hacia un tiempo desde que quise que mi sufrimiento terminara, intentar librarme de mis malas decisiones y el fue una de ellas..

Parece como si fuera ayer cuando te conocí, recuerdo que yo entre al aula de clase, había pasado a segundo de secundaria.

Al parecer tuve uno de los mejores promedios y eso le alegro bastante a mi madre, pero yo no estaba satisfecho con eso. Al entrar decidí buscar mi asiento y para mí suerte me había tocado el primer asiento de la fila.

En cuanto llegue dejando mi mochila a un lado de mi banca pude notar a un chico el cual al parecer estaba dibujando, no se muy bien que estaba haciendo ya que lo cubría, pero la verdad no era algo que me interesara.

Yo tome asiento y apoye mis brazos en el pequeño pupitre para después recostar mi cabeza al borde de mis brazos, una de mis amigas Michelle fue a hablar conmigo.

-¡Mark!-
Dijo ella.

-¿Como te fue en las vacaciones? A mi me fue bastante bien, fui de vacaciones a Francia. ¿No es eso maravilloso?-
Yo solo asenti con una sonrisa cansada y suspire sin dar respuesta alguna.

Después de un pequeño silencio incómodo decidí hablar.

-Yo solo estuve en casa ayudando a mi madre, me alegro que te la hayas pasado bien.-
Michelle pudo notar mi cansancio y ella solo mostro una pequeña sonrisa de simpatía.

De un momento a otro se pudo escuchar como algo se caía lo que me hizo voltear, en cuanto lo note pude ver cómo al chico detrás mio se le caía se estuchera.

Yo rápidamente me levante y comencé a recoger las cosas de aquel chico, el me miro con timidez y cuando le entregue sus cosas pude ver cómo se sonrojaba.

-Toma, tus cosas.-
Le dije con calma dejando su estuchera en su pupitre y volviendo a sentarme en mi lugar correspondiente.

El chico solo asintió y mantuvo la cabeza gacha, parecía bastante avergonzado por lo que pasó y al parecer no quería hablarme.

-Por cierto, soy Mark.-
Le dije con seriedad mostrando ese cansancio en mis ojos.

No sabía que con solo presentarme iba a desatar el mismo infierno en mi vida...