Capitulo 9

12 2 1
                                    

Después de pasar semanas de abusos por parte de Demián y autolesiones pude volver a la secundaria, la parte superior de mi cuerpo estaba cubierta de esas líneas rojas, especialmente en los brazos, muñecas y costillas.

Nadie puedo notarlo ya que me cubría con una sudadera grande, había bajado de peso, ahora sólo sufría de desnutrición. Mi aspecto se veía peor que antes, pero nunca fui el mejor pidiendo ayuda...

Yo intente pedirla con mi mejor amiga, pero supongo que no fue la mejor situación ni la mejor elección de palabras.

-¡Leonora!-
Grite con una voz débil. Para mi suerte ella me volteo a ver y se acercó a mi con una sonrisa.

-¿Qué pasó Mark?-
Me pregunto ella con esa sonrisa reconfortante.

En esos momentos no sabía que hacer o decir, lo único que pudo venir a mi mente fue tomarla de la mano y jalarla a un lugar privado. Ella no se opuso ni me empujó, pero se veía un tanto incómoda o quizás... ¿Aterrada?

En cuanto estuvimos en un rincón lejano de los demás decidí intentar 'pedir ayuda'

-Yo necesito que... Quiero mostrarte algo.-
Comente con tal de no ir tan directamente al punto.
Ella solo asintió y me miro con más calma.

Yo ingenuamente comencé a despojarme de mi sudadera hasta que al final ella pudo verme, pudo ver solo mis brazos con aquellas líneas que yo tanto odiaba.

Leonora se quedó en silencio hasta que pude escuchar como se comenzaba a reír.

-¿Qué es tan gracioso?-
Pregunte con un tono inseguro y silencioso.
Tan rápido como pude darme cuenta ella tomó mi brazo izquierdo y lo apretó con fuerza haciéndome sentir un gran dolor por culpa de las cicatrices.

-¡Eres tan gracioso Matt! Te conozco, nunca harías esto, ¿qué tipo de broma es?-
Yo me quedé callado mirándola con incredulidad, y en cuanto ella lo noto me soltó y me miro con un pequeño destello de enojo en sus ojos.

-¿Por qué hiciste esto?-
Cuestionó la chica con enojo, yo solo me quedé callado y baje la mirada con un poco de miedo.

-Intente buscar un consuelo en mi... Después de lo que me pasó, después de lo que el hizo...-
Respondí con tristeza.
Ella me miro con una ceja levantada y miro fijamente mis brazos.

-¿Quién? ¡¿De quién estas hablando?!-

-De mi abusador... Fue Demián-
Yo sentía que en cualquier momento podía estallar en lágrimas, pero intente mantenerme cuerdo.

Leonora se quedó callada por unos segundos para nuevamente comenzarse a reír.

-¿Demián? Si el es tan frágil como una Rosa, no le haría daño ni a una mosca. Ya solo admite que es una broma-

Yo mire a Leonora con lágrimas en los ojos y me volví a colocar la sudadera.

Ella se quedó callada por unos segundos, pero mostro una sonrisa la cual me hizo sentir un escalofrío recorrer mi espalda.

Leonora me empujó con fuerza haciendo que yo cayera al suelo e impactara mi cabeza con un mueble que estaba detrás de mi.

-ME ESTAS MINTIENDO, ¡DEMIÁN NO HARÍA NADA DE ESO!-

Yo la mire con miedo en mis ojos, mi mejor amiga no me creía y al parecer ella era mi única opción para ayudarme.

Ella comenzó a patear me en las costillas, pero no con demasiada fuerza. Yo comencé a llorar y a gritar que se detuviera, cuando mis súplicas se hicieron más fuertes ella lo hizo.

En cuanto se detuvo se dio la vuelta y se comenzó a alejar, pude escuchar que murmuraba algo, pero no la pude escuchar muy bien que era.

Yo en esos segundos deseaba que todo volviera a hacer como antes, como cuando no conocía a ese niño, como cuando mis amigos me creían.

¿Que podía hacer yo? Era más obvio que nada, nada podía hacer que todo volviera a la normalidad.

★Las Rosas Siempre Tendran Espinas 🥀★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora