Park Rosé
Por un momento, todo lo que puedo hacer es mirar abiertamente a Jisoo. ¿Acaba de decir mi muestra? De ninguna manera. Una maldita taza de pipí para atrapar lo bueno, ¿está loca?
No debería estar enojada. Ella no me está pidiendo exactamente una situación difícil aquí. Pero no quiero tener un orgasmo en una taza. Es a ella, y hasta hace cinco segundos, creía que estábamos de acuerdo con este acuerdo. He estado esperando llevarme a la cama esta noche a esta mujer tan sexy y no darle mi semen en un vaso de plástico estéril. Qué maldita decepción.
- ¿Hay algún problema?-, pregunta ella, parpadeando.
Me las arreglo para descongelar mi cerebro lo suficiente como para responder. Acercándome más, digo en voz baja: -Claro que sí, lo hay. No me masturbaré en una taza para ti en el baño de un restaurante mexicano. ¿Qué creías que quería decir con hacer esto a la antigua usanza? No estaba hablando de usar una mantequera.
-Por supuesto que sabía que hablabas de tener sexo. No soy tan ingenua. Y no tenía la intención de que lo hicieras aquí-, dice, y puede ser mi imaginación, pero creo que la veo sonrojarse un poco. -Acabo de decidir que el acto físico de hacer un bebé no funcionaría para mí.
- ¿Por qué no?- ¿Podría haberla malinterpretado tanto? De ninguna manera. Si sé algo, es cómo saber si una mujer está interesada en mí, y Jisoo ha estado mostrando todos los signos desde el momento en que nos conocimos en ese ascensor.
-Porque no quería invitar a ninguna complicación. - Ella duda. -Mira, no te lo tomes a mal, pareces genial y todo eso, pero apenas te conozco. Nos conocimos hace dos días. Tuvimos una cena juntas. Paso más tiempo decidiendo mi próxima compra de zapatos que el tiempo que hemos pasado juntas.
¿Eso es todo? Así que no es del tipo que se folla en la primera cita, no es gran cosa. ¿Le preocupaba que intentara apresurarla? Nunca haría un movimiento de pito como ese, pero de nuevo, como ella acaba de señalar, no me conoce lo suficiente como para saber eso. Tengo que ganarme su confianza de la manera difícil.
Le doy una sonrisa tranquilizadora. -Es un problema fácil de resolver. Podemos seguir saliendo y tomarnos las cosas con la calma que necesites.
-Pero no quiero tomármelo con calma.
Mis cejas se arquean. - ¿Oh? Yo también puedo hacerlo rápido.
Su mirada baja por un segundo y tartamudea: -Eso no es lo que quise decir. Siento que encajamos, pero no tengo el tiempo ni la energía para nada.
Oh, ahora lo entiendo. Parece que estamos en el mismo barco cuando se trata de citas.
Pongo mis dedos delante de mi barbilla. -Ya veo de dónde viene. Pero el sexo no tiene por qué complicar las cosas-. De hecho, en mi experiencia, a veces los hace maravillosamente simples. -Si sólo quieres que seamos amigas, por mí está bien. - Le doy una sonrisa de lobo. -Más que bien, en realidad.
Sus ojos permanecen firmes como una roca, inmóviles por mi coqueteo. Este es el tipo de mirada que he dado a los oponentes condenados en la mesa de negociaciones, y siempre gano. Pero hay algo en la confianza de Jisoo que me hace sentir insegura.
Respirando con dificultad, explica, -Esta pequeña copa asegura que no caigamos en ningún tipo de relación en primer lugar. Ya tengo un plan de vida preparado, y no incluye a un hombre o una mujer.
-Entonces es una suerte que nunca tenga relaciones. - Cuando parpadea como un búho, lo explico. -Déjame explicártelo todo. Claramente eres una mujer muy ocupada, y yo también. Estoy casada con mi trabajo. Puede que no sea el matrimonio más feliz, pero sigue siendo mío, y no soy infiel. Mi vida no tiene cabida para nada más que las aventuras de una noche. No he tenido una novia estable en casi una década. Mierda, apenas tengo tiempo para tomar una cerveza con mi mejor amiga una vez a la semana, y mucho menos para cuidar a un niño. Así que, si todo lo que quieres es que te deje embarazada y luego me vaya de tu vida, eso funciona perfectamente para mí.
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Little help |Chaesoo (G!P)
FanfictionNos conocimos en un ascensor atrapado. Rosé iba de camino al trabajo, sofisticada y guapa con su traje femenino y corbata. Yo iba camino al banco de esperma. Incómodo, ¿verdad? A los treinta años, mi vida no había tomado el camino que yo pensaba qu...