Si lo haces tú, es bueno, si lo hago yo, es malo
¿Cómo puedes decir que siempre estoy equivocado?
Siempre quieres ganar
Y tus lágrimas son un arma definitiva.
Mark.
La alarma sonó estrepitosamente, quitándome de mis sueños de manera abrupta. Me incorporé en la cama, apagué la alarma de mi nuevo móvil y arrastré mi mano derecha por mi rostro, desperezándome.
18 de diciembre.
Mi cumpleaños.
Hacía años que mi cumpleaños había dejado de tener sentido para mí. Sólo significaba un año menos de sufrimiento, un año menos vivo. Desbloqueé mi celular, esperando ver algún mensaje de felicitación, pero, tal y como lo imaginaba, no había ninguno. Sonreí amargamente y me puse de pie finalmente para caminar hasta el baño.
Miré su nombre entre mis contactos, dudando si hablarle o no. Miré la hora, las diez y veinte. Volví a fijar mis ojos en su nombre.
—Iris... ¿Qué has hecho conmigo...? —Me pregunté a mí mismo viendo mi reflejo en el espejo. —No logro quitarte de mi mente.
¿Debería llamarla?
Negué con la cabeza.
—Mejor me visto y voy al Palacio de una buena vez.
(...)
Vi como Iris pasaba a unos metros de mí y quise detenerme, pero una oleada de reporteros me tomó por sorpresa, distrayéndome por completo. Cuando logré librarme de ellos, la peliblanca ya no estaba allí.
Suspiré con pesadez y, derrotado, entré en el Palacio, caminando por aquellos pasillos que tantas veces había recorrido ya, pero hoy, todo se sentía diferente. Una traicionera lágrima amenazó con escaparse de mis ojos, pero me contuve, mordiendo con fuerza mi labio inferior, acelerando el paso hasta estar dentro de mi oficina. Mis manos recorrieron mi rostro en frustración, tratando de evitar que las emociones me desbordaran, sabiendo que tenía trabajo que hacer.
El sonido de nueva notificación de mi celular me quitó de mi concentración. Desbloqueé rápidamente la pantalla para descubrir un mensaje nuevo de un número desconocido.
Número desconocido:
Hey, no creerás que olvidaría tu cumpleaños, verdad, Marky? -17:34
Soy Mel, btw. -17:35
Una mueca de asco y decepción se instaló en mi rostro a la vez que dejaba caer mi móvil sobre el escritorio sin contestar sus mensajes. Las notificaciones siguieron llegando, una atrás de la otra. Contuve la respiración y volví nuevamente a mi trabajo en el ordenador.
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Un Lugar Llamado Demon's Wood: Un Nuevo Comienzo (Libro 2)
Ficção AdolescenteEl rumbo de la vida de un desarmado Mark toma un brusco giro al conocer al primer Ángel Caído de su reinado: Iris, quien a su vez esconde un fuerte secreto, le enseñará nuevamente a vivir, a reír, a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Actitu...