De obligacion a amor

CONTIGO A DONDE SEA

Después de un día tan agotador y lleno de emociones, Harry y Pansy finalmente regresaron a su hogar. La atmósfera estaba cargada de alivio y felicidad después de que Harry fuera declarado inocente en el juicio. Ahora, estaban listos para relajarse y disfrutar de un momento de tranquilidad juntos.

Harry se dejó caer en el sofá con un suspiro de cansancio, sintiendo cómo el peso del día se desvanecía lentamente. Pansy se acercó a él con una sonrisa suave en los labios, sabiendo exactamente lo que necesitaba en ese momento.

Se sentó sobre las rodillas de Harry, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello mientras se acercaba para besar sus labios suavemente. Harry respondió al beso con ternura, sintiendo cómo el estrés y la tensión se disipaban con cada roce de sus labios.

El beso fue un bálsamo para sus almas, una expresión de amor y gratitud por todo lo que habían pasado juntos. Se perdieron en el momento, dejando que el mundo exterior se desvaneciera mientras se sumergían en el calor y la intimidad de su conexión.

Las manos de Harry se deslizaron suavemente por la espalda de Pansy, acariciando la suave curva de su columna vertebral con ternura. Pansy suspiró contra sus labios, sintiéndose completamente segura y amada en los brazos de su esposo.

"Te amo, Pansy", murmuró Harry entre besos, su voz cargada de emoción.

Pansy sonrió contra sus labios, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. "Y yo a ti, Harry. Siempre."

Se besaron con más pasión, dejando que el deseo y el amor los consumieran por completo. Sus manos se movían con frenesí, explorando cada centímetro de la piel del otro mientras se entregaban al placer del momento.

El tiempo parecía detenerse mientras se perdían en el éxtasis del amor compartido. Cada beso, cada caricia era una promesa de un futuro juntos, un recordatorio de la fuerza de su conexión.

Finalmente, se separaron, con la respiración agitada y los corazones latiendo en sus pechos. Se miraron a los ojos, perdidos en el brillo del amor y la pasión reflejados en ellos.

"Gracias por estar a mi lado, Pansy", dijo Harry, su voz llena de gratitud.

Pansy acarició su mejilla con ternura, sintiendo cómo el amor por él se desbordaba en su corazón. "Siempre estaré aquí para ti, Harry. En los buenos tiempos y en los malos."

Se abrazaron con fuerza, sabiendo que juntos podrían superar cualquier desafío que la vida les presentara. Estaban unidos por un lazo inquebrantable de amor y confianza, listos para enfrentar el futuro juntos, mano a mano.

Y así, en la tranquilidad de su hogar, se sumergieron en el amor mutuo, encontrando consuelo y alegría en la presencia del otro. Porque en ese momento, nada más importaba excepto el amor que compartían, un amor que los había llevado a través de las tormentas y los había llevado a un lugar de paz y felicidad.

Dias despues Hermione estaba sumergida en sus pensamientos cuando el elfo doméstico de la familia, Cobby, apareció frente a ella con una expresión seria en su rostro.

"Señora Hermione, el señor Malfoy solicita su presencia en el bosque. Dice que es importante", informó Cobby, su voz llena de preocupación.

Hermione frunció el ceño, sintiéndose un tanto intrigada por la solicitud repentina de Draco. Siendo consciente de que Draco no solía enviar mensajes de esta manera, su mente comenzó a correr con posibles escenarios.

"Está bien, Cobby. Gracias por informarme", respondió Hermione, levantándose de su escritorio y preparándose para la ocasión.

Después de elegir un vestido elegante pero discreto, Hermione siguió a Cobby fuera de la casa y hacia el bosque. Mientras caminaban por el denso follaje, Hermione notó la tensión en el aire y se preguntó qué podría estar pasando.

Finalmente, Cobby detuvo su marcha y señaló hacia adelante. "Aquí es donde debe continuar, señora Hermione. El señor Malfoy la espera".

Hermione asintió, agradeciendo al elfo doméstico antes de seguir adelante por el sendero indicado. A medida que avanzaba, notó una tienda elegantemente decorada en medio del bosque, cuidadosamente preparada para su llegada.

Se detuvo un momento, observando con curiosidad el lugar, preguntándose qué estaba pasando. No pasó mucho tiempo antes de que se diera cuenta de la presencia de Draco, quien estaba observándola desde la distancia.

Sus ojos se encontraron, y Hermione sintió un cosquilleo en el estómago al darse cuenta de que su esposo la había llevado a este lugar especialmente preparado para ellos dos.

Draco se acercó a ella con pasos seguros, vistiendo una camiseta blanca y pantalones negros. Hermione se sintió abrumada por la repentina intimidad del momento, pero no pudo evitar sonrojarse ante la presencia de su esposo.

"Draco, ¿qué está pasando aquí?", preguntó Hermione, tratando de mantener la compostura mientras enfrentaba a su esposo.

Draco sonrió, acercándose a ella con una mirada llena de complicidad. "Solo quería pasar un tiempo a solas contigo, Hermione. No hay nadie más aquí".

Hermione asintió, sintiendo una oleada de alivio al saber que no había nadie más involucrado en la situación. A pesar de su nerviosismo, se sintió atraída por la idea de pasar tiempo a solas con su esposo.

A medida que avanzaba la noche, Draco le ofreció algo de beber a Hermione, quien aceptó con gratitud. Mientras disfrutaban de sus bebidas, la tensión entre ellos aumentaba, y Hermione se encontró luchando contra la sensación abrumadora de estar tan cerca de su esposo en un entorno tan íntimo.

Cuando Draco le ofreció ir a la cama, Hermione se sintió repentinamente nerviosa. "Draco, yo... nunca he hecho esto antes", admitió, sintiendo el rubor en sus mejillas.

Draco colocó una mano suavemente en su mejilla, mirándola con ternura. "No te preocupes, Hermione. Estaré aquí contigo, siempre y cuando lo necesites", dijo suavemente antes de besarla en la frente y retirarse a la cabaña, prometiéndole que la esperaría.

Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, Hermione se armó de valor y siguió a su esposo hacia la cabaña. A medida que se acercaban, la tensión en el aire se volvió palpable, y Hermione se sintió abrumada por la anticipación de lo que estaba por venir.

Dentro de la cabaña, la atmósfera era íntima y cargada de emoción. Draco la miraba con adoración mientras se acercaba, y Hermione sintió que su corazón se aceleraba con cada paso que daba.

Finalmente, se encontraron frente a frente, con las miradas llenas de deseo y amor. Sin decir una palabra, se fundieron en un beso apasionado, entregándose el uno al otro en un momento de pura conexión y amor.

Más tarde, cuando yacían juntos en la cama, Draco se volvió hacia Hermione con una expresión solemne en el rostro. "Hermione, quiero pedirte perdón", comenzó, su voz llena de sinceridad.

Hermione frunció el ceño, confundida por la declaración de Draco. "¿Perdón? ¿Por qué, Draco?"

Draco suspiró, sintiendo el peso de su confesión. "No eres la primera mujer con la que he estado, Hermione. Pero te prometo que serás la última y única".

El corazón de Hermione se llenó de emoción al escuchar las palabras de Draco. Aunque sabía que su esposo tenía un pasado complicado, la promesa de un futuro juntos era más que suficiente para ella.

Al día siguiente, al despertar junto a Draco, Hermione lo miró con amor en los ojos. "Gracias por anoche, Draco", dijo suavemente, inclinándose para besar sus labios con ternura.

Draco le devolvió el beso con pasión, sintiendo una oleada de gratitud y amor por su esposa. "¿Vamos a casa?" 

"Contigo, a donde sea", respondió Hermione, susurrando las palabras que sellarían su destino juntos para siempre.