Don de profeta

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Ahora estoy aquí, mi querida Escarlata,

y me asombra todo, me atrapa.


Ya viste el dolor de cabeza que me aqueja,

el cielo está enojado, mi alma angustiada,

las señales son claras.


Y nadie hace nada, nadie cambia,

todo empeora.

Y cada vez más cerca está la hora,

lo estoy sintiendo de nuevo,

el sentimiento, no estoy temblando, pero tengo miedo.


No es ansiedad, no estoy mintiendo,

pero lo he interpretado, sé todo aquello.

Don de profeta y desde niña,

sé que pasará antes del día.


Me aquejan el miedo y la incertidumbre,

pero esto es mí, ya es, mera costumbre.


Les digo... ¿Les guiaré?

¿Les salvó el alma?

¿O les dejo perder?

Dama EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora