Respiro

15 2 0
                                    


Querida dama de rojo,

Querida hermana de sangre;

Estoy anhelándote más que nunca,

Estoy queriendo ir al plácido viaje,

Donde el dolor no se haga más presente;

Donde la vida no me atormente.


Me he sumergido en las letras,

La lectura diurna y nocturna me completan;

Paso ahora mismo noches en vela,

Solo para ver si en las novelas, hallo respuesta.


Te estoy anhelando querida dama

¿Por qué antes a mi lado estabas?

Me buscabas.

Y ahora, vago sola en la penumbra,

Y eso que el astro sol se alza a media jornada.


¿Cuándo volvió a decaer mi poesía,

cuándo volví a los versos tan tristes?

¿Será porque se fue la musa mía,

que ya no encuentro palabras alegres?


Amada, dama escarlata;

Quiero un respiro.

Quiero sentir en mi vida,

Un maldito y duradero alivio.


Sé que el dolor en mi vida es constante

¿Por qué no solo puedes llevarme?

Querida dama de rojo, habla con Dios;

Tal vez a ti te escuche, porque a mí ya no.


Le he traicionado tanto, que se alejó,

Yo misma lo he apartado,

Ya no hay respiro,

Ya no hay consuelo.


No hay esperanza, en este duelo,

Solo mis letras logran rescatarme;

Solo ellas pueden desahogarme,

Darme el respiro que tanto quiero.


Dama de plata, o de hierro,

Debo olvidar este quebranto;

Quita de mí el desespero,

Ayúdame a controlar el llanto.

Dama EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora