Capítulo 5

540 39 0
                                    

Cellice

—Es una Dupont. —suelta mi padre tirando sobre la mesa un par de revistas y periódicos qué han salido hoy por la mañana, en dónde el centro de atención de todos los titulares es ella. 

 Cellice. 

Leo rápido el encabezado qué queda hasta arriba. 
 
La directora de Storm Force Racing, es la hija de Maximilian Dupont, será ella quien arregle el desastre de su padre y limpie su reputación y la del resto del equipo. 

—No podemos dejar que ella tenga el poder del equipo, es nuestra oportunidad para quitar a Strom Force Racing del juego y lo haré. —sentencia mi padre, caminando hasta la barra para servirse un vaso lleno de whisky. 

—Esa estúpida no logrará nada y de eso me encargaré personalmente. —toma asiento frente a nosotros y me mira. 

Mi cuerpo se tensa, él no hará nada y menos a Cellice, no la tocará y de eso me encargaré yo. 

Por un momento dejo de escuchar a mi padre y vuelvo al camerino, a verla de nuevo porque es lo único qué tengo en mente, es lo único en lo que puedo pensar y concentrarme en ella. 

Jamás he sabido si una persona puede adueñarse de un corazón, hasta que ella me robo y jamas de lo ha regresado.

Desde que la conocí, sabía solo una cosas que siempre quería estar con ella, que es para ella tan fácil tenerme a su merced, aunque ella no lo supiera. 

Cellice Fox Dupont, había sido mi mejor amiga, mi cómplice, el tiempo suficiente para darme cuenta qué me había estado enamorado de ella por mucho tiempo. 

Me había enamorado de ella, de todo lo que la envolvía, de su pelo rojizo, ojos azules, las pecas en su rostro, sus labios grueso y rojizo que contrastan con el rojo natural en sus mejillas, sus chistes qué no me hacían reír, sus galletas quemadas.

Cellice siempre estuvo tan cerca y a la vez tan lejos de mí, después de la muerte de su madre, unas semanas después no volví a saber nada de ella, ni de su familia. 

Solo conocí a su madre, ya que su padre la mayoría del tiempo estaba de viaje y ahora lo entiendo, su padre es el dueño de Storm Force Racing. 

Siempre tuve acceso a su padre, saber cómo estaba, si estaba bien, en dónde estaba, pero no lo supe hasta ahora que estábamos tan cerca.

—Maldita sea. —regreso al oír el estruendo de la copa de mi padre en el piso. 

No me muevo. 

Y mi cuerpo no reacciona, ¿por qué estoy tan acostumbrado a esto, igual que mi madre, quien lo mira aún con cariño después de tantas cosas? 

—Es que Max no podía ser más estúpido al dejarle su legado en manos de una mujer que jamás ha tocado un auto en su vida. —reclama mi padre molesto y yo miro a mi hermana, quien me mira sin decir nada, pero los dos sabemos qué es Cellice. 

—¿Cellice Fox Dupont? —pronuncia mi madre confundida. 

—Sí. — sentencia, mi padre molestó, sus ojos irradian rabia, enojo, pero no entiendo por qué, él jamás conoció a Cellice.

Al igual que el padre de Cellice nunca viajó a vernos, nosotros éramos quienes lo hacíamos, por alguna razón siempre odio esa ciudad.

—¿No es la…? —Mi madre va a hablar, cuando un ruido la hace callar y voltear. 

—Lo siento, yo. —menciona Daisy al ver qué su taza se ha caído. 

—No pasa nada, cariño. —menciona mi madre y mi padre se toca la sien y suspira. 

Destino Entrelazado [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora