3. Escape

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Entonces, cuando ve que ambos hombres voltean a otro lado, inmediatamente sale corriendo despavorida.

¿A dónde corría? A cualquier otro lugar. Pero sí que estaba difícil. Estaba en una mansión.

Había giros en todas direcciones y habitaciones en todos lados. Al no saber a dónde ir, sin ver bien por no traer sus gafas y estando desesperada cuando escuchó pisadas corriendo, se fue hacia las escaleras donde accidentalmente resbaló cerca del último escalón.

-¡Ahí está! -gritó alguien cuya voz no reconoció de los tipos con los que antes estaban. Se asustó más y se paró como pudo.

Se lastimó el tobillo, pero siguió tratando de correr. Hasta que llegó a una parte en la que había dos puertas a dos habitaciones. No sabía cuál sería más segura, pero, por el terror que sentía, agarró valentía y se metió a la de la derecha. Y justo a tiempo ya que después escuchó pasos justo ahí.

La habitación estaba en completa oscuridad. Aunque, se alcanzaba a ver una tenue luz desde el fondo, así que HoSeok, corrió sigilosamente y de puntillas hasta allá.

Vio a un hombre ensangrentado y amarrado a una silla a su parecer muy extraña. También tenía la boca amarrada con un paño. El hombre y ella hicieron contacto visual, ella se asustó y se escondió tras unas cajas que vio ahí, mientras el hombre la seguía con la mirada.

De repente se escuchó una especie de grito ahogado, la fémina se asustó más, pero notó que se había escuchado desde donde estaba aquel hombre. Volvió a poner su vista en él, pero entonces una figura de un hombre alto y fornido de espaldas se interpuso en su vista. Aterrada pero decidida a ver, hizo su cabeza un poco al lado y entonces lo notó.

El hombre de antes ahora estaba muerto. Le habían disparado en la cabeza.

Antes de que pudiera pensar en otra cosa se abrió la puerta por la que había entrado antes. Era el hombre que minutos antes la había apuntado cuando se cayó en el escalón.

Más asustada que antes, salió de su escondite y quiso correr de nuevo, pero chocó con alguien. Era el tipo que antes le había tapado su vista. Ese hombre se le quedó viendo.

-¿Quién eres? -preguntó con voz muy tosca y ronca.

-Y-yo... -antes de siquiera terminar, escucha al hombre de la puerta.

-¡Se los dije, ahí está!

Sin saber que más hacer, se puso atrás de aquel hombre y lo abrazó de la espalda, como si éste la fuera a proteger.

-¡É-él! -apuntó al hombre. -¡Y-y otr-os señores m-malos me están persiguiend-o! ¡Ayúdeme p-por favor! -Se aferró a su espalda.

El hombre se le quedó observando notando entonces cómo vestía:

Tenía una camisa que parecía de estudiante algo desgarrada y sucia, al igual que una falda medio descolocada. Unas medias cortas en el mismo estado. Estaba descalza y muy despeinada.

-Jefe YoonGi... -Entró por fin el hombre junto a otro más bajito. -Esa mocosa es la hija de los Jung, los hijos de puta que le robaron. Eligieron que nos la lleváramos a ella. -Dijo el bajito.

-¿Le hizo algo?, ¿Está bien? Acaba de salir corriendo.

-Estoy bien, NamJoon... -Dijo el hombre a quien por fin reconoció como 'El jefe YoonGi'. -Pueden llevársela al cuarto de tortura del otro lado, van a limpiar este... -YoonGi hizo el amago de querer quitar los rechonchos bracitos que lo rodeaban, pero en su lugar, la menor se aferró aún más a él.

-¡Por favor, no! ¡N-no dejé que me lleve ese ho-hombre m-malo! M-me da mucho mied-o... por favor... -comenzó a llorar sin poder contenerse.

YoonGi la observó. Bien, esa niña estaba causando problemas y no le estaba gustando.

Se volteó para quedar de frente a ella y observó mejor su rostro. Sus mejillas eran muy rechonchas igual que sus bracitos (y al parecer sus muslos) además estaban muy rojas por las lágrimas. Tiene unos ojos verdosos muy "llamativos"; unas pestañas muy largas y una boquita muy linda de labios rosas y medianamente carnosos.


Daddy Yoonseok ver (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora