YoonGi vio atentamente los teléfonos que le mostraban sus guaruras. Veía a HoSeok abrazando a un chico que parecía apenas más grande que ella.
No le gustó nada ver aquello. Parecía que la pequeña necesitaría un nuevo castigo por abrazar a otro hombre sin su permiso.
Así que ahora se encontraba su habitación con Hoseok desnuda en la cama y él con el látigo entre sus manos.
—¿D-de verdad tiene que ha-hacerlo, papi? —Preguntó algo confundida. No sabía porque el mayor quería castigarla. No le dijo el por qué, simplemente que la iba a castigar.
—Sí, princesa. Al parecer te gusta mucho desobedecerme. Ahora date la vuelta, quiero ver tu culo. —Así lo hizo muy tímida para el otro dejándole ver sus empinadas y bonitas nalgas.
—P-pero, papi... No m-me ha dicho por qué e-estoy castigad-a —Dijo casi en susurro lo último.
—Mmh, papi te lo dirá. —Dijo acariciándole una de sus circunferencias. —Pero primero te daré el castigo. —Justo en ese momento, un latigazo fue hasta a sus nalgas que resonó en toda la habitación.
—¡A-ay¡ ¡Papi! —Se quejó por lo repentino de aquello. —¡No, n-no quier-o!
—Princesa, sabes que no me gustan las quejas. Ya empezamos y quiero que los cuentes, serán los que yo quiera porque esta vez sí me hiciste enojar, Hoseokie...
Le propinó otro y otro y otro más.
—¡Ouh, ocho! —Casi gritaba los números. Su papi era cada vez más demandante y firme con los azotes, ya sentía sus nalgas rojas y que ardían tanto.
YoonGi estaba demasiado concentrado en ver como los glúteos de la menor saltaban y se hacían cada vez más rojos. Le propinaba tantos azotes, seguía enojado, celoso por aquel chico que tocó a HoSeok.
—¡Qui-quince! —Los latigazos cada vez dolían más y no era para menos, pues ya estaba sangrando. —¡P-papi ya! ¡Por f-favor ya n-no! ¡M-me duele much-o!
Pero el otro la ignoró. Veía como salía un poco la sangre y extrañamente se deleitaba más con las quejas de dolor que la fémina ya no podía retener. Su erección se hacía cada vez más grande por ello.
—¡V-veinte...! —Gimió agotada Jung. Ya no sintió nada después, así que supuso que por fin había acabado. Así que volteó lentamente a donde estaba su papi, viéndole embelesado su trasero. Sintió entonces como una gota de sangre bajaba lentamente por su muslo derecho.
YoonGi se agachó y la lamió, lamió todo el camino hasta las sensibles y rojas nalgas para comenzar a lamer todas las heridas con sangre que veía. Le encantaba como sabía su sangre y la tomaba gustoso.
Jung estaba más que cansada, pero las lamidas a su culo y a sus heridas, la hacían sentir entre una sensación entre un poco dolorosa y placentera. Ya que cualquier toque la ponía más sensible.
YoonGi quería meter su lengua en aquel agujerito entre sus circunferencias y comerse su culo tan bien. Pero algo lo detuvo. Notó lo muy cansada que estaba la menor así que se detuvo a solamente mimar su trasero.
Después de dejarla rápidamente se quedó dormida. A lo que el otro sólo limpió todo. Después salió del cuarto donde Namjoon lo esperaba para contarle de la urgente reunión que tenía que ver con el jefe de otro bando.
Nota de la autora original:
Sí, por si no se dieron cuenta, YoonGi es un sádico.
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Daddy Yoonseok ver (Adaptación)
FanfictionDonde para saldar una deuda con un mafioso importante, los señores Jung deciden entregar a su hija de 18 años, Hoseok, a el gran y sanguinario señor Min YoonGi. ¡!Boypussy and Boytits ¡!YoonGi- Top. Hoseok- Bottom ¡!Hoseok- 18. YoonGi- 31 ¡!HoSeok c...