Daddy Yoonseok ver (Adaptación)

13. Permission/Insecurities

—P-por favor, papi. Sólo será un ratito, estaré ju-junto a las mucamas, no haré nada. ¿S-sí? —Rogó HoSeok con un puchero.

Se encontraba sentada sobre el escritorio de su despacho con las piernas abiertas mientras tenía a YoonGi sentado frente a ella mientras le acariciaba sus lechosos muslos y veía atentamente su rostro.

Acababa de hacerle un oral a HoSeok. Al terminar, Jung recordó que un día antes, una cocinera le había dicho que iría con algunas mucamas al centro comercial a buscar cosas para el hogar y algunos ingredientes de cocina. Le habían ofrecido ir, pero la menor tenía que pedir permiso a su mayor.

—¿Por qué tan aferrada a ir, cariño? —Preguntó comenzando a dejar besos en sus muslos ganándose varios suspiros de la chica.

—Y-yo sólo quiero salir un rato. A v-veces me aburró d-de estar aquí todo el día. ¿Al me- menos un pequeño ratito p-puede se- ¡Ah! —Jadeó cuando sintió como Min se metía bajo su falda y le dejaba besitos por su desnudo coñito.

El aludido soltó una risa nasal y sonrió; salió de su faldita. —Si te dejo, ¿qué me darías a cambio, princesa? —Le preguntó juguetón.

—¡Oh! —Se sorprendió un poco por aquello. —Emm, ¡puedo darle mu-muchos besitos, papi! —Le sonrió inocente. —¡Tod-todos los que quiera!

—Mmm, no me parece tan justo. —Acercó más su silla a ella y acercó también más sus muslos a sí mismo.

—Ah... —Hoseok puchereó y bajó la cabeza, pensó entonces que a YoonGi no le gustaban sus besitos como decía. —P-puedo dejarlo ha-hacer lo que quiera con m-mis pechitos.

Recientemente, la fémina se había negado a que su papi tocara sus tetitas. Decía que le dolían los pezoncitos y que siempre los dejaba rojos. También decía que ya no quería que los viera porque le dejaba marcas. Aunque todo era mentira, no era por aquello que no quería. Era que recientemente, una mujer mayor, más o menos de la edad de su mayor, había ido a la casa a platicar con él.

Cuando el mayor no veía ni escuchaba, la mujer le había dicho cosas hirientes. Le dijo que era horrible y que su cuerpo estaba feo y gordo. Que sus tetas eran muy pequeñas y que a YoonGi no le gustaban de verdad. Que ella tenía mejor cuerpo y era más linda, que su papi y ella (la mayor) algún día estarían juntos, cuando él la haya desechado como la basura que era.

—Me tientas, pero no creo que sea suficiente... ¿Qué te parece hacer algo por mí? Hay algo que me gustaría que hicieras por mí... —Le preguntó divertido. Alejó su silla y la observó atento.

—¿Qué cosa e-exactamente? —Preguntó algo confundida.

—Mmh, necesito que lo hagas justo ahora, ¿estás dispuesta? —HoSeok asintió. De igual manera se irían como en 40 minutos.

—Muy bien. Ahora arrodíllate frente a mí, princesa. —Se confundió un poco por la petición, pero así lo hizo, quedó justo frente a su entrepierna. Vio atentamente cómo con una sonrisa de victoria, YoonGi se desabrochaba el pantalón y se lo bajaba lentamente. Vio su bóxer hasta que también se lo bajó.

Quedó entonces a su vista, la erección que apenas se hacía frente a ella. Vio por primera vez en su vida una larga y gorda polla. Venosa y con la punta roja.

—¿A-ahora que tengo que hacer, p-papi? —Preguntó temerosa. Realmente no entendía que era lo que el mayor quería que hiciera.

—Tómala en tus manos y acaríciala, papi te va a guiar. —Han entonces puso sus manos sobre aquel falo y después se pusieron las del hombre sobre las mismas.

Comenzó a guiarla en cómo comenzar esa mamada. Soltaba suspiros de vez en cuando.

—A-ahora pasa tu lengua y lamela toda hasta que te diga que pares. —Quitó sus manos de las más pequeñas. Y la fémina comenzó con la petición.

Fue dejando besos, creía que eso también estaba bien y al escuchar el jadeo de su papi supo que era cierto. Lamió toda la extensión, por todas partes hasta dejarla húmeda.

—Agh... HoSeok... —Gimió su nombre al sentir como ésta dejaba un beso en la punta y luego lamía ahí mismo. —Joder, métela a tu boca de una vez, todo lo que puedas...

Fue metiendo toda su extensión a su boca, con cuidado trato de no rozar sus dientes. No pudo meterse todo, era tan grande, apenas entro poco más de la mitad.

—Ah... Ahora papi se encargará de todo. —Entonces tomó en su mano un puñado de cabellos de la menor y comenzó a follar su boca de manera rápida.

Han se sostenía de los muslos contrarios mientras dejaba hacer su boca. Tenía arcadas cada cierto tiempo, esa polla golpeaba su garganta rudamente. Escuchaba todos los gemidos y jadeos que hacía su papi.

—Así, joder... —Jadeó el mayor. Entonces dirigió su mirada a la chica y le excitó más al verla toda sonrojada y con las mejillas húmedas, estaba llorando mientras conectaban miradas. Los ojos suplicantes de la menor veían la mirada penetrante de YoonGi, inconscientemente, esa mirada la puso y su coñito palpito.

De un momento a otro, las embestidas a su boca fueron más rápidas, YoonGi estaba por llegar.

HoSeok pensó que a Min no le gustaría que esté usando solo su boca, le había enseñado que también podía usar las manos. Entonces las quitó de sus muslos y las comenzó a mover sobre el resto del falo que no entraba a su boca, poco más de la base.

En eso, sintió dos protuberancias bajo la base, sus manitos inexpertas fueron hacia ahí y las apretó ligeramente y luego comenzó a acariciarlas.

—A-ah, princesa sigue... —No sabía a qué se refería, pero siguió su trabajo en los testículos del mayor, supuso que tal vez de eso hablaba.

—Muy b-bien... Ahora papi se va a correr, q-quiero que lo tragues todo. —Dijo entre jadeos. Y Jung no entendió hasta que de repente un chorro de esencia caliente de YoonGi llenó su boca. Jadeó ante aquello, pero se tragó lo que pudo como le había dicho.

Quedó algo de esperma en sus labios y se la quitó con el pulgar llevándoselo a la boca. YoonGi vio aquella imagen tan excitante y una pequeña descarga salió de su pene que cayendo un poco en la cara de la fémina. Ésta lamió la extensión viendo que el resto bajaba por el falo.

—HoSeok, eres tan caliente... —La tomó de las caderas cuando vio que se intentaba parar y la sentó sobre su regazo antes de que siquiera reaccionara y comenzó a besarla con desespero, Jung tratando de seguirle el ritmo.