La niñera [Mericcup]

7

Dedicación especial a frozendragon740  Japi berdei, mai fren.

Voy caminando por el pasillo principal cuando alguien me hala hacia un aula de clases.

— Mérida.

— Rapunzel. —le digo extrañada.

— Mira, necesito hablar contigo.

— ¿Qué quieres?

— Ya sé que eres la niñera de Hiccup, pero Astrid no lo sabe.

— No voy a darte nada, ¡dile si quieres!

— No. Necesito que me ayudes.

— ¿A qué?

— Gothel no es mi madre.

Abro la boca y la miro—. ¿Qué?

— Mira, Jack y yo no somos novios. Solo somos amigos. Son cosas de populares. Y bueno, si tengo novio, es Eugene Fingerbert.

— ¿Y?

— Ayúdame a encerrar con Gothel. A escapar con Eugene.

— ¿Y yo?

— Prometo ayudarte a encontrar a tus verdaderos padres.

La miro, sus ojos están llenos de esperanza.

— Necesito que seamos amigas. —dice ella.

Expulso aire—. ¿Tendré que sentarme en la mesa de populares?

— Si quieres podemos sentarnos en una mesa aparte.

— Termina con Jack y hablamos.

— ¿Qué?

— Sí —digo—, si no terminas con Jack, quedarás como una perra, vas a quedar como lo que todos esperan de ti. Y si es verdad todo lo que me has dicho, necesito una prueba de confianza.

— Está bien, voy a terminar con Jack.

— Ahora, ¿podemos salir de aquí? No quiero que me llamen lesbiana.

Ella se ríe y salimos del salón.

*

— ¿Por qué Rapunzel está montada en la mesa? —dice Elsa, ahora liberada del ébola.

— Tú solo espera, sobreviviente del ébola.

Ella se encoge de hombros y sigue revisando la tarea.

— Bueno, estudiantes, quiero decirles que Jack y yo —Elsa levanta la cabeza inmediatamente— hemos decidido terminar y quedar como amigos.

Se forma un terrible chuchilleo en toda la cafetería.

Rapunzel se baja de la mesa, toma su bandeja y viene hacia nosotras.

— Listo. —sonríe frenéticamente.

— ¿Qué hace ella aquí?

— Larga historia. —digo.

— Tengo todo el día. —me dice Elsa con una expresión dura.

Y aquí vamos.

— Dile a Rapunzel que te diga. Ya vengo. —digo y me levanto del banco.

Camino hacia el aula de Literatura que  es de dónde acabamos de salir.

De pronto, vuelven a tirar de mí.

Esta vez, veo a Jack.

— Mérida, ¿cierto?

— No, de hecho me llamo Felipa.

— Hermoso nombre. —dice.

— ¿Qué quieres?

— ¿A Elsa le gustan las rosas?

— ¡Es alérgica a las flores!

— ¿Qué le gusta?

— ¿Para qué quieres saberlo?

— Tú, bueno, err... nada. Para nada.

— Entonces no te diré nada. —sonrío.

— Oh, vamos, dime.

— Dime tú.

— Bueno, quiero darle algo.

— ¿Por qué quieres darle algo?

— ¿Ah?

— ¿Por qué quieres darle algo?

— ¿Sabes? No escucho.

— ¿Por qué tú quieres darle algo a Elsa?

— No, no escucho.

Muy gracioso, Frost.

— ¡¿POR QUÉ TÚ —grito—, JACK FROST, QUIERES DARLE ALGO A MI MEJOR AMIGA, ELS...?!

No puedo seguir gritando ya que Jack me tapa la boca.

— Me gusta, ¿bien? ¿Estás contenta?

— Hazle algo y ya no vas a tener con que dar placer.

Jack me mira extrañado y se pone una mano en el pecho horrorizado.

— ¿Qué le doy?

— Llévala a dar una vuelta en skate.

— ¿A ti qué te gusta?

— ¿Por qué?

— Es un trato.

— Me gusta el karaoke.

— Bueno, chao, roja.

— Chao, ¿blanco?

*

Voy saliendo de clase, Rapunzel y Elsa se hicieron buenas amigas.

Increíble, pero cierto.

Y, yo me hice buena amiga de blanco. Me tocó con él en Química.

Alguiene jala, otra vez.

¡FELIZ DÍA DE JALAR A MÉRIDA A UN RINCÓN!

— ¿Y tú que quieres?

Me encuentro con los ojos azules de Hofferson.

— No te acerques a Hiccup, perra.

— Eso eres tú, ¿pero qué soy yo?

— Si te acercas a él, voy a hacer algo que no quieres que haga.

— Lo que tú digas.

¿Qué mierda con este día?

\Hola, ¿qué tal, pipol? Ropa de Mérida en multimedia Chao/