5. El cosmos desde La Tierra.

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Una noche oscura y fría en un planeta azul y pacífico.

Una máquina de gravedad solitaria y apagada. Una casa habitada y con ventanas iluminadas.

Un guerrero de expresión seria, un corazón congelado por el longevo arraigo de la melancolía.

Una científica intrépida, una actitud impulsada por la esperanza, la ilusión y el valiente brillo de su curiosidad.

Un encuentro nocturno inesperado, una coincidencia afortunada que cambia el rumbo de los hechos.

La mirada oscura como un abismo, que oculta un brillo en el fondo que lucha por salir a la superficie.

El azul vibrante de unos ojos que observan embelesados el encanto del abismo que se encuentra frente a ellos.

Los roces, los abrazos, las caricias, las miradas y los suspiros que resuenan en una habitación.

Las intenciones que se vuelven mandamientos, los deseos que se hacen realidades, las expectativas que se transforman en fantasmas de algo que solía no existir.

La intensidad, la tensión y la incertidumbre. Una moira que trae consigo pasado, presente y futuro que no se puede borrar, quemar ni cambiar.

Los cuerpos que se cruzan, las mentes que colisionan, los brazos que se entrelazan y los corazones que se unen.

La corporeidad que se acerca a otra más frágil, que la protege y le da cálido cariño que creía no ser capaz de brindar.

La delicada figura que descubre en el otro algo que no sabía que buscaba hasta que lo encontró, un ser tan interesante cuyo espejismo es una perfecta contradicción construida de sí.

Los roces que se transforman en besos, los besos que se vuelven incluso más que eso.

Los encuentros intensos de dos sustancias, dos almas que se redescubren a través del contacto de su lenguaje.

Se besan, se acarician, se disfrutan y se deleitan en suaves combates y apasionadas batallas de una guerra en la que los dos pueden perder o ganar al mismo tiempo.

Descubren en el otro lo que les falta, conocen la cultura terrestre, el cosmos e incluso más allá de él.

Tocan las estrellas, contemplan la luna, obtienen una percepción del universo que se encuentra casualmente debajo de sus sábanas.

Miran el cosmos con ojos renovados, descubren una nueva significación del todo a través de la sensación.

Conocen planetas, descubren idiomas que no existían e incluso inventan uno nuevo que permanece en secreto.

Esconden confidencias en puntos lejanos del espacio, sonríen y se miran con complicidad.

Se conocen, se acompañan en minutos que parecen horas y que desearían que fueran días o meses.

Sostienen en sus manos todo lo que existe pero diferente, sus ojos ven la realidad de lo que recuerdan solo como espectros.

Descubren el mundo nuevamente, a través de un amor cósmico con un beso desbordante.

En un encuentro de pasión infinita que parecerá un idilio inalcanzable, un sueño inaccesible alcanzado por el día siguiente.

Están atrapados juntos en un mundo azul de noche, una oscura y taciturna parte del día testigo de la casualidad de su enfrentamiento.

Una guerra carente de armas o de golpes. Un enfrentamiento de roces y besos que se profundizan con una irrefrenable pasión.

Buenas noches!!! Aunque ya tenía hecho este drabble me he demorado un poco en tener tiempo de subirlo ya que tenía que tener acceso a la computadora para hacerlo, sin más, les dejo aquí el día 27: Francés/apasionado.
Esta temática no podía pertenecer a nadie más que a mi adorado Vegebul. Fue algo mas poético de lo que planeaba hacer pero es que lo escribí escuchando en loop la canción Cosmic Love de Florence + the machine y no pude detenerme.

¿Pueden creer que logré llegar al quinto día del Kisspril? Realmente eso me hace feliz. Espero que disfruten leyéndolo tanto como yo disfruté escribiéndolo, nos leemos en la siguiente parte.

Niebla.

Labios granateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora