One Shots/Obagiyuu |KNY

Noticia

  Advertencia: Leve mención de +18||One shot corto
Contenido: Romance||Drama||Mención de posible aborto.
Au: Moderno||Omegaverse

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   Sípnosis

Tomioka tiene algo que decirle a Obanai, desde hace unas semanas a vacilado el tema. Iguro se mantiene arisco respecto a las proposiciones de su esposo ignorando que aquello a lo que tanto se niega está por llegar en una noticia dada por su omega. Nada bueno saldra de esto ¿O si?

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Acariciaba de forma tranquila la espalda baja del enorme omega que se encontraba sobre él. Se quedaba corto ante el tamaño de este.

Sentía su pecho vibrar levemente a causa del ronroneo. A lo que él le siguió demostrando su comodidad con la situación.

El hermoso omega de ojos azules y de pelo negro luego de una buena noche con su alfa se encontraba agotado. Había gritado como nunca rebotando sobre el alfa una y otra vez hasta quedarse ronco.

-Obanai~- Llamó suavemente buscando la atención del más bajo.

-¿Si...cariño?- Aún le avergonzaba llamarle así.

-¿Que piensas de los niños?- Preguntó, apoyando su mentón en su pecho mientras le miraba con sus ojos azules más brillosos de lo normal.

-¿A que viene esa pregunta?- Se sobresaltó, acomodando al omega sobre su pecho con cuidado. Sabía por donde iba el tema.

-Mmm- Su mano pálida y suave se paseaba por el pecho del alfa, acariciando casualmente su pezón derecho.

-Giyuu, sabes que no los soporto- Respondió, sentándose en la cama y poniendo al omega a un lado suyo que gimio descontento al ser separado.

Las sábanas cubrían la parte baja de Obanai, ocupando todo el edredón mientras el omega ojiazul estaba totalmente expuesto. Su piel lechoza estaba llena de mordidas, al igual que sus enormes y redondas nalgas levemente rojas y arañadas. El omega se encontraba boca abajo mirandole de forma indiferente, sus labios rojos estaban en una fina línea recta y sus feromonas siempre acarameladas ahora olian un poco a quemado.

El alfa gruñó bajo, levantándose para tomar una ducha. Hoy por suerte era fin de semana y podría descansar de ver las caras de esos niños en aquella institución. Abrió la puerta del baño, entrando en este sin cerrarlo.

Sabía que el omega a pesar de estar algo enojado le seguiría. Últimamente le hablaba mucho de niños y de lo lindos que eran, pero en definitiva, a él no le gustaban.

Te hacían gastar un montón de dinero en conprar las cosas para su crianza y si bien eso no era un problema ya que gozaban de buena situación económica, no le apetecía ver a un engendro por toda su casa.

Todos los alfas quieren tener hijos con sus omegas pero él no, es muy feliz así con Giyuu. Ellos dos y punto, siempre ellos dos y Kaburamaru, solos, nadie más, no había porqué agregar una vida más a su pequeño matrimonio.

Abrió la llave de la ducha caliente, entrando y sintiendo el agua caliente expandirse por su cuerpo, sus músculos se relajaron a pesar de los rasguñas ocasionados la noche anterior en su espalda. Su omega había estado algo intenso, lo más probable es que fuese para marcar territorio ya que no paró de morderle o restregarse contra él.