Capítulo 1

27 3 0
                                    

Cuando abro los ojos, lo primero que veo es el blanco techo que está a unos metros de mi cama, de él cuelgan dos lámparas gigantes que mantienen bien iluminado el cuarto, parece un hospital ¿estoy en un hospital?.

Tengo un dolor punzante en la parte derecha de mi pecho y un fuerte zumbido en mi cabeza que no me permitió darme cuenta antes de que hay alguien llorando a mi lado izquierdo, volteo la cabeza y veo a una señora a mi lado, llorando desconsoladamente. Es algo mayor, tiene unas pocas arrugas a los lados de los labios y los ojos, es castaña y sus grandes ojos azules están rojos, al parecer por todas las lágrimas que ha derramado

-¿Dónde estoy?-Le pregunto, y me sorprendo con el sonido de mi voz- ¿Qué me pasó?

La señora se seca las lágrimas y la nariz, preparándose para contestar mi respuesta; está claramente sorprendida por mi repentino despertar

-Mi amor, estás en el hospital- Su voz está rota y unas pequeñas lágrimas comienzan a correr por sus mejillas - Tuviste un accidente, un bus en el que estabas se volcó, y hubo bastantes heridos.

-Ya...- contesto intentando evocar algún recuerdo, pero fallo en el intento. ¿Quién es esta señora? ¿Por qué me dice "mi amor"? ¿Somos conocidos? No recuerdo ni siquiera cuál es mi nombre.- Y... ¿Quién es usted?- le pregunto y ella me mira, su cara tiene una mezcla de duda y dolor.

-Mi amor, Dios mío, cariño, yo soy tu mamá ¿No me recuerdas?.

Eso fue como una bomba hacia mí; ¿Mi madre? ¿Cómo pude olvidar a mi propia madre? Busco en lo más profundo de mi cerebro intentando encontrarla, pero lo único que recuerdo es la imagen de una chica con cabello de colores.

En ese momento un hombre con pinta de doctor entra por la puerta al otro lado de la habitación, tiene una carpeta en la mano con un nombre en la portada: Charlie Williams.

-Hola Charlie- Me dice mientras abre la carpeta, al parecer Charlie es mi nombre - ¿Cómo te sientes?

-No se acuerda de mí- interrumpe mi mamá- Me acaba de decir que no sabe quién soy yo- y vuelve a llorar en el pañuelo azul que tiene en la mano, tiene dos pequeñas letras doradas: K y W.

-Charlie- dice el doctor- ¿No recuerdas nada?.

-No, no recuerdo ni lo que se supone que me pasó.

-Está bien, te examinaré rápidamente, abre los ojos.

Le obedecí y me apuntó con una linterna y observó mi ojo derecho, luego hizo lo mismo con mi ojo izquierdo. Después me pone sobre el pecho un estetoscopio y escucha mis latidos, luego me pone el mismo objeto en la espalda y me ordena respirar, seguido de eso se quita el estetoscopio y lo deja en la mesa.

-Bien, parece a primera vista que estás bien, pero dado lo que me dijo tu madre y lo que acabas de afirmar tú tendremos que examinarte y practicarte algunos exámenes.

-¿Exámenes?- pregunto - ¿Para qué exámenes?

-Charlie, puedes haber sufrido un traumatismo severo, y tenemos que averiguar que otra cosa te afectó, aparte de tu memoria, la cual parece que has perdido casi en su totalidad.

Y eso me derrumbó.


Un café, por favor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora