Capítulo V: El inicio de nuestro viaje

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Después de la intensa batalla contra Hoost, la cuál culminó con este siendo partido a la mitad, Dovahkiin se desplomó en el sucio piso a lado de Yunyun quién quedó en silencio, su espada de 100 kilos se clavó en el suelo pesadamente quedando incrustada sin la posibilidad de ser extraída debido a su peso.

El demonio quién estaba en su lecho de muerte observó esto y suspiró con alivio.

—Menos mal... Hubiera sido peligroso si él y el rey demonio se enfrentaran... Bueno, ya no importa. Ahora que moriré mi contrato con el rey demonio se romperá, parece que seré el familiar de esa mocosa mucho antes de lo que imaginaba... — Hoost rió débilmente para después soltar su último suspiro.

La archimaga reaccionó y rápidamente se puso de rodillas volteando al ojiverde para que quedara boca arriba.

—¡Dovahkiin! ¡Dovahkiin! ¡No mueras! — Sacudió su cuerpo con la esperanza de que reaccionara pero solo vió sus ojos esmeraldas mirando a la nada —. Por favor... Mírame... Demuéstrame que aun sigues aquí...

Sus ojos derramaron lágrimas que se deslizaban desde sus mejillas, cayendo en el rostro del muchacho.

¿Por qué...?  ¿Por qué le tuvo que pasar esto...? ¡El no puede morir! ¡Dovahkiin no puede morir! ¡No! ¡No! — Pensó con pánico y comenzó a mover sus hombros desesperada — ¡Dovahkiin! ¡Dovahkiin!

Los amigos de Rex poco a poco recobraron la consciencia, levantándose y lo primero que hicieron fue buscar al demonio, no tardaron mucho en hacerlo pues encontraron su cuerpo partido en dos.

—¿L-Lo hicimos...? — Preguntó Sophie sorprendida por la hazaña.

—Parece ser que si... — Respondió Terry con una sonrisa formandose en su rostro.

La emoción les duró poco cuando se encontraron con Rex tirado en el suelo con el brazo fracturado, yendo rápidamente con el maestro de la espada.

—¡¿Estás bien, Rex?! — Preguntó el hombre más grande.

—E-Estoy bien... Dovahkiin... Necesita ayuda...

Sus compañeros escucharon los sollozos de Yunyun la cual estaba de rodillas frente al cuerpo del guerrero. Sophie corrió con los dos jovenes mirando horrorizada por el estado del ojiverde.

—Dios mio... — Se agachó a lado de Yunyun y procedió a tomar su pulso en el cuello que afortunadamente pudo sentir, pero que apenas y estaba vivo. Miró a la archimaga y le dijo preocupada —. Llevemoslo de regreso, su corazón sigue latiendo aunque muy débilmente.

Yunyun asintió y Sophie llamó a Terry para que lo cargara y el llegara primero que todos para que ayudaran al sangre de dragón.

—Entendido. Entonces nos vemos en el gremio — Terry con Dovahkiin en brazos se fue a toda velocidad de regreso a la ciudad.

Mientras que Sophie fue a ayudar a Rex, Yunyun fue con Megumin que seguía tirada por haber usado su hechizo.

—¿Dónde está Hoost, Yunyun? — Megumin no obtuvo respuesta y volvió a preguntar —. ¿Que fue lo que pasó?

—Ya fue derrotado... - Contestó con su voz decaída —. Pero Dovahkiin... — La cargó en su espalda y para sorpresa de Megumin, Yunyun fue rápidamente en dirección a Axel.

—¿Que pasó con él...? — Megumin esperó la respuesta pero nunca llegó, escuchando los sollozos de su rival — ¿Yunyun...?

—Estará bien... — Siguió corriendo con Megumin en su espalda, quería llegar lo antes posible a Axel para poder estar con su compañero —. Estoy segura que saldrá de esta...

El poder de la voz [El reencarnado en Konosuba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora