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(My honest reaction)
"You're so crazy, manipulate me".
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—. ¡Pestañitas! — Gritoneaba el rubio a su lado. A Rin le asfixiaba la presencia de Ryusei pero había hecho una promesa contigo sobre su comportamiento con los demás, desgraciadamente lo incluía a él.
"Me maldigo a mí mismo" pensaba a diario.
—. ¿Qué quieres? — Preguntó fastidiado retirando su calzado y preparando su mochila para retirarse a las duchas, no te haría esperar.
—. ¿Miraste a esa tipa del vestido blanco floreado? — Habló de forma perversa el moreno casi riendo y llevando una de sus manos a su "supuesta" erección.
Rin no comprendió su broma y miro como el loco de su compañero tenía su mano sobre el cierre de su pantalón sosteniendo el pedazo de carne que llevaba en el interior, "asqueroso" pensó él.
—. ¡La hubieras visto! Se cargaba unas tetotas que en serio, nadie podía con ella, ¡MEDIA CASI LA MITAD QUE YO PERO DEMONIOS, QUE PIERNAS! — Expresó casi gritando el de melenas rubias combinadas con rosado, estaban únicamente el Itoshi y él en esos vestidores, por lo cual le daba igual gritar hasta de lo que no debía.
—. ¿Cómo se escucharía esa cosita bonita abajo mío, O CHUPANDO MI ENORME POLLA? — Literalmente de milagro el de ojos delineados no se empezaba a masturbar ahí mismo, estaba hablando sobre ti con todo el morbo del mundo.
—. Ese vestido si que hacía que su culo resaltará, ¡Todo lo que daría por verlo en frente mío, maldigo a ese puto vestido! — Oh no, Rin recordó que justamente el vestido que cargabas ese día era el carísimo vestido blanco que te obsequio en uno de sus aniversarios.
—. Cállate un rato, homosexual de mierda. — Gritó molesto comprendiendo que prácticamente quien le generaba la dopamina a ese compañero que tanto odiaba era su novia, la pobrecilla ni siquiera tenía la culpa y siempre pagaba los platos rotos.
—. Alguien como ella jamás follaría con un negro como tú, patético. — Acabó de hablar el pelinegro, yendo en camino a las duchas para cortar el mal rato que le había causado su compañero, si es que todavía puede considerarlo así.
—. Vienes de puta madre, pestañitas. — Gritaba el moreno de nuevo, su intención ni siquiera era hacer enojar en específico a Rin.
"Veremos si esta tan buena como dices" Pensó.
Tomó su ducha tranquilo, al menos el agua fría recorriendo su cuerpo rápidamente lo tranquilizaba y lo alejaba de la voz molesta de su "amigo", ni siquiera lo consideraba como tal, únicamente era su compañero y ya pero debía fingir mantener buena relación con él por ti.
