W!: Nsfw content. NOTE: Luego me pregunto por qué me funan, bye.
Scary? My god, you're divine.
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Itoshi Rinno suele ser un hombre que le agrade mucho el despertarte por las noches debido a molestias en él mismo, ya sea en pocas palabras, sus necesidades sexuales.
Le parece algo incómodo el mero hecho de saber que estás tranquilamente dormida y simplemente escuchar de su parte un "Cariño, no puedo dormir, tengamos sexo".
Aunque le desagrada al mismo tiempo la idea de masturbarse, el sueño tan lúcido que tenía por las noches con protagonismo de tu parte no lo dejaba dormir tranquilo.
—. Qué pasa, Rin... — Te sorprendió una mano de él sobre tu pecho derecho apretándolo inconscientemente, era más que obvio que el Itoshi estaba dormido.
—. Por qué tan rápido... — Susurraba él con el rostro sudando, te preocupó en cierta parte así que por tanto como pudiste quitaste su mano y te sentaste en la cama para tocar su frente y notar que literalmente este hombre estaba hirviendo.
Te espantó ver como abrió de golpe los ojos y te veía con una intensidad enorme, te sentías penetrada con el simple hecho de que solo te viera.
Al parecer lo desoriento ver que ambos estaban vestidos y literalmente eran las 1:45 de la madrugada.
—. Carajo, que real fue. — Habló nuevamente con la respiración al parecer bastante agitada tomando tu mano mientras aún notaba tu suave rostro de preocupación por él.
—. ¿Estás bien? — Preguntaste sosteniendo su mano ya que no podías su rostro, tenía la mirada baja pero no necesariamente por un motivo negativo, parecía raro pero este veía lentamente su entrepierna.
Sonrió apretando más tu mano, le gustaba asustarte y saber que te gustaba más. Aún sosteniendo tu mano, con la suya tomó tu cabeza y te acercó a él, mientras que con la otra se encargaba de que el resto de tu cuerpo quedase justo encima de él como tanto solía gustarle.
—. Yo estoy bien, pero me causaste un sueño el cual debes hacer realidad. — Decía tomando una de tus manos y llevándolas a su entrepierna nuevamente, sintiendo como era gigante y rígida a la vez.
Itoshi Rin no le gusta ser alguien ruidoso, pero eso no te incluye a ti, si llegabas a intentar amortiguar un quejido o gemido generado por sus toques, le molestaba más que intentaba hacer que lo repitieras una y otra vez.
—. Quien merece escucharte soy yo, no esa estúpida almohada. — Dijo casi ahorcándote sacudiendo su longitud en tu interior, le encantaba burlarse intentando hacer que le respondieras cuando te impedía que hablarás ya sea ahorcandote, plantando inesperados besos o simplemente dar una embestida que te costara no caminar en una semana.
Itoshi Rin suele ser un hombre de igual forma burlesco al siguiente día tras ver como en tu intento de ir al baño, únicamente caíste de la cama.
—. De qué tanto te ríes, idiota. — Balbuceaste sintiendo que tu nariz besaba el suelo.
—. Yo haré el desayuno. — Dijo intentando aguantar su incontenible risa de ver como tu pequeño cuerpo yacía en el suelo gracias a él.
Y sobre todo, Itoshi Rin suele ser una persona demasiado bipolar tras una noche destrozarte el utero y al día siguiente, dejar un hermoso beso en tu frente.
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