NOTE: En este shotsito le haremos un amor imposible al Isagi para que nos concuerde la historia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"You were, everything".
★
—. ¿Qué haces aquí? — Preguntó ligeramente asombrado mientras seguía acomodando su calzado para poder jugar su siguiente partido.
—. Soy la encargada del equipo, acabo de entrar y me informan que solo debo supervisar esta área, ¿Necesitas algo más? — Respondiste secamente volteando a todos lados menos hacía a él, aún recargada en la pared, tu tarea era ver que no quedase ningún jugador en la zona.
Iba a salir del lugar hasta que se quedo al lado tuyo, creyó que te generaría un espasmo o algo así pero más bien él fue quien se sintió intimidado viendo como no te causaba nada en lo más mínimo, ni siquiera porque había sido tu amor platónico desde los 9 años.
Miro que únicamente lo que hiciste fue dar la orden de iniciar todo ya que el vestidor estaba vacío, saliendo con Rin al lado tuyo sin decir nada.
Se sentía asfixiado de ver que ya ni siquiera tú lo extrañabas, tal como le sucedió en ese encuentro con Sae, tenía una ligera pizca de fe en que Sae había cambiado y aún seguía bien.
Al llegar en silencio hacía la zona donde se reunían todos los jugadores debías retirarte, terminó de estrujar el corazón del Itoshi el hecho de que cuando te fuiste ni siquiera lo volteaste a ver.
★
—. Yoichi, deberías estar descansando, mañana sus vacaciones comienzan. — Pronunciaste dirigiéndote hacia el de cabellos azules, yacía tirado en el césped del lugar mirando el techo, lo único que hiciste fue sentarte a un lado suyo.
—. Oh, perdón, Reader. — Contestó este frotando su nariz entre ligeros sollozos.
—. ¿Qué sucede? — Pusiste tu mano sobre su hombro intentando apoyarlo.
—. ¿Conoces algo llamado corazón roto? — Cuestionó riendo mientras salían lagrimas de sus ojos.
—. Claro que lo sé, cuéntame, no mereces estar solo aquí. — Contestaste recostándote en el césped de igual manera que él, mirando únicamente el iluminado techo de la instalación.
—. Era muy bonita, pero creo que ni siquiera sintió algo por mí, ahora al parecer estoy cumpliendo mis sueños, pero quería que ella siguiera en ellos. — Susurró tragando saliva cerrando los ojos sintiendo como su cara de hidrataba gracias al llanto que expresaba.
