Nadie se puede enterar. Ese había sido el pedido de Eda a Serkan después de darle la noticia del bebé en su noche de bodas. Con lo que Eda no contaba era con lo más importante, se le olvido lo obsesivo que era su esposo.
No tardo mucho en recibir la primera señal de que su secreto duraría poco, nada más llegar a art life un día después de su vuelta a casa Eda se sorprendió mucho, ya que nada más subir o mejor dicho intentar subir a los despachos de arriba Leyla la detuvo a toda prisa
- ¡No, no, no! – Le grito la asistente
- ¿Qué pasa Leyla? –
- No, señora Eda, el señor Serkan dio ordenes de que usted no suba, no sé porque pero no me deja que la deje – Eda se echo a reír por el juego de palabras de su amiga
- Leyla pero ¿Qué te pasa? Claro que voy a subir – Y quiso pasar pero su amiga no la dejo
- No – Insistió
- Vamos leyla, no quiero jugar, déjame pasar – Pidió intentando por el otro lado pero no pudo
- Hayir, dijo que no. Señora Eda, por favor –
- Deja de decirme señora, no soy su propiedad, no cambie y sigo siendo tú amiga. –
- Eres su esposa –
- ¿Y qué? –
- Tienes razón, me pasé –
- Genial, ¿Me dejas subir? –
- No –
- ¿Y donde me voy a trabajar? Al baño.... – Y en ese preciso segundo a Eda se le regreso el desayuno – Dame un segundo – Y salió corriendo
- ¿Dada? – La llamo Melo pero su amiga le paso por delante desesperada y se metio a uno de los sanitarios - ¿Dada? ¿Estás bien? Eda – La chica se asusto más al escuchar el ruido a vomito del interior - ¿Dada? –
- Ya paso, ya paso –
- ¿Segura? –
- Si, ya estoy – Le dijo saliendo, estaba blanca y con la frente perlada de sudor
- Dada, ¿Qué fue eso? –
- Eso son un mes de viajes por Europa comiendo comida italiana, española, francesa y portuguesa –
- Jajajajaajajajajajaja, todo tiene consecuencias. Siempre se te ocurrió probar todos los sabores de dulces, salados y acidos. – Y la ayudo a salir dándole su brazo
- Eda, ¿Estás bien? – Pregunto Piril
- Perfecta, consejo, si se van de viaje no te atasques de comida –
- ¿Quieres que te lleve a casa? –
- No, todo bien. –
- ¿Hayatim? – Eda alzo la vista y al ver a su abuela sonrió débilmente
- A ver si usted le pone razón a esta cabecita – Se quejo Piril
- ¿Pero que a pasado? –
- Se a puesto a vomitar de golpe, Piril le quiere llevar a casa y ella no quiere – Le dijo Melo
- No hace falta hija, ya la cuido yo –
- Y el señor Serkan dice que no puede subir escaleras – Le dijo Leyla
- Ya empezó a dramatizar – Se quejo Eda