La lluvia se desataba torrencialmente contra la casa Bolat, Eda se había vuelto a dormir y Serkan le acariciaba el pelo en eso, ella se despertó
- Hola – Le dijo él
- Hola, perdón, me dormí, puedes ir a adelantar trabajo o estar con tú mami si tienes ganas. Hoy soy la peor compañía. Cómo se me paso el asco y las ganas de vomitar me dio sueño, enserio lo siento ¿Tú papá todavía no llego? No quisiera que me viera dando lastima, siempre le preocupamos demasiado al pobre. –
- No, aun no llega y no vamos a poder ocultarle su nietito o nietita mucho más, suficiente tuvo el pobre con no disfrutar esto de mi mamá, se que no es el mismo amor pero... - Y se quedó callado
- ¿Qué? – Preguntó Eda curiosa de verlo pensativo
- Mi papá preocupado por mi y mi felicidad, ahora lo entiendo y me suena raro, pero lindo – Y se paralizo con una débil pero hermosa sonrisa
- ¿Amor? – Pero Serkan se había ido a sus pensamientos
Flash back
Por consejo de las chicas Serkan había decidido tomarse un tiempecito para involucrarse en algo de la boda que Eda no tenía ganas de hacer, probar la comida, algo que le pareció curioso pero las chicas le dijeron que Eda estaba un poco sensible a los aromas y a los gustos, que lo atribuían a los nervios de la boda. Cosa que a él no le asombro, con el tiempo de conocer a su hada el entendió que muchos nervios jugaban con su estomago y podían acabar desde un dolor de panza a unos fuertes vomitos.
Por esta razón se había ofrecido a probar los platos que podían llegar a servirse en su boda una semana después. Había de todo, dulce, salado, sus gustos, los de Eda, algunas sugerencias de Ayfer y otras de Aydan y el postre favorito del papá de Eda por respeto a Semiha. Iba a empezar a probar cuando Piril entró
- Hola linda – Le dijo él
- Hola, ¿Qué tal vas? –
- Asustado, es demasiada comida, dulce, salado, ¿Y si elijo algo que no le guste? –
- No lo harás, calma. ¿Te ayudo? –
- Por favor, son más de 40 platos. Creo que Eda tenía razón. Debimos hacer algo más intimo, esto es exagerado –
- Tranquilo hermano, esto es solo una selección, todo esto no entra en la boda, solo los que a ti te gusten. Te ayudaremos – Intervino Enguin
- Los adoro –
La cosa al principio paso sin el menor drama, se rieron, comieron y hablaron pero de repente toda aquella risa se paro al ver que Serkan se llevaba la mano al cuello
- ¿Abi? – Le pregunto Enguin pero Serkan era incapaz de articular palabra
- No seas exagerado, no es tan malo – Se quejo Piril
- Para, el postre tiene fresas, ¡Leyla, llama a una ambulancia! –
- ¿Qué hacemos? –
- En el botiquin que hay tras ese libro hay una epinefrina, ¡Date prisa amor! –
Cuando Serkan volvió a abrir los ojos estaba en el hospital y su mamá estaba ahí, con ella estaba su pareja con la que llevaba meses saliendo, era la primera vez que se sentía feliz de que ese hombre hubiera aparecido.