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Su teléfono sonó en medio del fin de su trabajo, lo tomó sin mirar la pantalla y respondió— ¿Si?.

— ¡Juju! ¿cómo estás?.

— Hola Jakey, estoy bien, ¿tú cómo te encuentras? —sonrió por más que su amigo no lo viera pero escuchar su voz alegre a través de su celular lo hizo sentir feliz.

— Muy bien también. Hoy extrañamente mi pequeño polluelo me ha dejado descansar.

— Oh, son de esos días. Él ya estará planeando su regreso, anótalo por ahí.

— No~ Juju no invoques cosas que no deseamos. De todas formas, ¿estás en el trabajo?.

— Oh si, lo estoy, ¿por qué? ¿necesitas algo?.

— No, no, solo preguntaba para no molestarte tanto, debes estar cansado —estaba seguro de haber escuchado el puchero que hizo el menor— pero también quería saber cuando nos podríamos ver.

— Cuando tu quieras Jakey.

— ¿Puede ser este fin de semana? ven a comer con nosotros.

— Claro, con gusto voy.

Yes~ gracias Juju, ¿ahora irás por Harua?.

— Wow, te has aprendido mi horario, pero la respuesta es si —soltó una risita.

— Ah~ tu bebé es una cosita bonita, ya quiero verlo este fin de semana.

— Estoy seguro de que Rua también, él te adora.

— Me haces sonrojar —escuchó como Jake fangirleaba de fondo.

— Eres todo un caso Jakey.

— Lo sé, lo sé. Bueno, no te molesto más, ve con cuidado por tu bebé. ¡Nos vemos, adiós!.

— Nos vemos —respondió con una risa otra vez.

Suspiró. Estaba realmente cansado pero con solo pensar en ver a su hijo sentía una felicidad enorme recorrer su cuerpo. Harua llevaba unos meses en una guardería, fue una decisión realmente difícil de tomar porque nunca había estado separado de él en los casi seis meses que llevaba en este plano y viceversa, incluso a Harua le costó mucho acostumbrarse sin su mamá pero con el paso de los días lo vio cada vez más cómodo, así que la angustia en el trabajo comenzó a disminuir más y más.

Tomó sus cosas y salió en camino por su pequeño.

Tomó sus cosas y salió en camino por su pequeño

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Había llegado diez minutos antes de la hora. Pensó que se retrasaría por el tráfico que se había topado en el camino pero milagrosamente lo logró.

Entró en el lugar e informó que había llegado por su bebé, la recepcionista le sonrió amablemente diciéndole que informaría para que llevaran al pequeño.

No demoraron mucho y unos minutos después una sonrisa apareció en su rostro al ver a su retoño en los brazos de la joven maestra que cuidaba de él.

— Hola bebé de mamá —sonrió con todo el amor del mundo al ver como los ojitos de Harua brillaron al verlo— ¿hoy se comportó bien?.

— ¡Por supuesto que si! es un niño maravilloso, adoramos cuidarlo y jugar con él. Ya tiene un horario este pequeñín, así que descansa en las horas acordadas.

— Soy feliz con escuchar eso. Muchas gracias Jiah.

— No hay de que, es un placer señor Byun. Nos vemos.

— Nos vemos, hasta mañana —agitó su mano en señal de despedida— Okay bebé, ahora iremos a casa y podremos ver todas las caricaturas que quieras —escuchó al bebé balbucear seguido de un leve peso en su hombro, ya que Harua se había acomodado ahí.

— Hola Euijoo —escuchó a sus espaldas, por lo que giró para ver quien le hablaba.

— Oh, hola Sunghoonie, hace mucho que no te veía —tuvo una pequeña sorpresa al verlo pero rápidamente le sonrió al más alto y al pequeño que estaba tomando su mano.

— Es cierto, hace mucho que no nos vemos, ¿cómo estás? ¿cómo está el pequeño Harua? —preguntó acariciando una mejilla del bebé.

— Bien, hemos estado bien ¿y ustedes?.

— Bien pero ya sabes, siempre llegando tarde. Es realmente difícil tener un bloque libre que coordine con la salida de los niños e incluso creemos que las profesoras nos odian por dejar a Tae unos minutos demás aquí — Taesan era el hijo de un año de Jay y Sunghoon. Y no podía evitar ponerse en su lugar porque estaba en un lugar de trabajo que concordaba con el horario de Harua pero para los Park se les hacía más difícil ya que Jay era un diseñador con bastante trabajo y Sunghoon era modelo, así que ya podían pensar en lo apretada que era su agenda.

— Te entiendo. Yo tuve que buscar un trabajo que coincidiera con el de Rua.

— ¿Verdad que si? tuve que cancelar un contrato para tener un poco más de tiempo libre y hoy tuve suerte de que cancelaran la última entrevista en mi horario, así que le llamé a Jay para decirle que podía venir por Taesan.

— Sabes que estoy disponible cuando sea que se les haga imposible venir por Taesan. Lo pueden recoger luego en mi casa, no hay problema.

— Te lo agradezco mucho Juju. Cuando no podamos, te lo haré saber. Espero no molestar realmente con eso porque un amigo y que al mismo tiempo es el padrino de nuestro pequeño nos dijo que podía recoger a Taesanie.

— Oh, me alegra saber eso pero de todas formas estoy disponible cuando quieran.

— Gracias Juju. Bueno, creo que es hora de irnos. Mi bebé tiene bastante sueño y eso es algo que debemos aprovechar —quiso reír al ver como el pequeño restregaba su ojo, luciendo notablemente cansado. Pobrecito— Deberían ir a casa un día, somos felices de tenerlos.

— Gracias Hoon, ustedes también son más que bienvenidos. Nos vemos, que lleguen bien a casa.

— ¡Nos vemos!.

the three of us! | NICHOJOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora