Tony se da una escapada del castillo mientras puede, mañana conocerá a su futura esposa, una princesa del reino vecino con la que, sus padres, decretaron que contraerá nupcias en un movimiento estratégico que beneficiará a ambos reinos.
Al joven príncipe no le hace mucha gracia la idea de matrimoniarse con alguien a quien no ama, ni siquiera la conoce, ¿cómo va a sentir algún tipo de afecto? Y no quiere imaginarse como se podrán las cosas sino logran congeniar.
Suspira agobiado, detesta la poca libertad y control que tiene sobre su persona, siendo incapaz de poder decidir sobre los mínimos aspectos de su vida.
Lleva una túnica con capucha que cubre su hermoso rostro, en un intento de pasar lo más desapercibido posible, deambulando por las calles del pueblo, saboreando una pizca de libertad antes de que lo casen con una perfecta desconocida. Sir James Rhodes, su guardia real y mejor amigo, cuida sus pasos, pero Tony, inquieto y juguetón, le gusta escaparse y poner a prueba su paciencia.
Entre esos juegos logro escabullirse y dejarlo atrás. Se apoyo en la pared, respirando agitado. Su tranquilidad se vio prontamente interrumpida, una escena llamo su atención. Concentrado en aquella escena que se desarrolla no muy lejos de donde esta, alcanzo a vislumbrar a un misterioso hombre evidentemente en problemas. Se encuentra rodeado de otros tres sujetos y al parecer están robándole algo que no alcanza a identificar que es, pero esta seguro que se trata de algo valioso. Tony, quien nunca ha podido ser indiferente ante personas en problemas, algo que su padre detesta, tildándolo de ser un "busca problemas", no dudo en interceder en favor de esa pobre alma en desgracia, golpeando a esos atacantes, logrando ahuyentarlos y, lo más importante, consiguiendo recuperar el objeto, un curioso collar en forma de ojo que miró por escasos segundos antes de que el dueño se lo arrebatará en un movimiento brusco y veloz.
—Oye, ¿quién acaba de salvar tu trasero? ¡Yo!—aclaró ofendido, quitándose la capucha, revelando así su armonioso rostro—. No me interesa robar tu baratija—añadió molesto—. Solo por eso quiero que me agradezcas, vas, te escucho.
—¡Tony!—gritó sir Rhodes desde el otro lado de la acera.
El susodicho no pudo decir algo más al verse interrumpido, se giro hacia su amigo.
—Rhodey—susurró volviendo la vista al frente solo para descubrir que el sujeto al que había socorrido desapareció como por arte de magia.
—No te alejes así—dijo el caballero—, es peligroso.
—Lo siento...—murmuró sin prestarle atención, aun está un poco desconcertado por la abrupta desaparición de ese misterioso hombre.
—Por favor, cúbrete, nos meteremos en graves problemas si la gente te ve, se armará un gran revuelo—mencionó alterado.
Obedeció y se puso la capucha.
Debido a su comportamiento, Rhodey lo motivo a regresar al castillo y, ante su insistencia, el joven príncipe acepto a regañadientes.
Las horas pasaron volando y ahora se encuentra alistándose para entrevistarse con su prometida, detestando la idea con todo su corazón. Cerró los ojos con fuerza y soltó un suspiro resignado, sobresaltándose demasiado cuando sintió una mano caer sobre su hombro.
—Obie, que susto me diste—murmuró al girarse y constatar que se trata de su padrino Obadiah Stane.
—Muchacho, tu carruaje ya esta listo—informó.
—Llegó el día—susurró poco convencido, levantándose de un sopetón—. Hora de ir al matadero.
—Tranquilo, Tony, te aseguro que las cosas mejorarán para todos a partir de ahora.
El príncipe asintió en silencio y se encamino a su destino, no sin antes despedirse de sus padres, Howard y María. Luego subió al carruaje que lo conduciría al reino vecino, en compañía de sir Steve Rogers y sir James Rhodes, sus guardias reales.
Durante el camino observa por la pequeña ventana, preparándose mentalmente para enfrentar lo que vendría, hasta que, algo impacto contra su carruaje volcándolo en el proceso. De repente, todo se volvió oscuro y muy difuso.
Volví con una nueva historia.
Desde cuando ansiaba escribir algo más... fantasioso, algo royal pero también algo que involucrará dragones, así que decidí combinar ambos conceptos ya que tienen relación entre si. Y este es un au (universo alterno) que me faltaba explorar.
Se suponía que esto iba ser un one shot, pero el proyecto muto demasiado y la trama se volvió un poco compleja a medida que escribía, aun así, cabe destacar, será una historia breve y los capítulos igual serán cortos.
Muchas gracias por leer, espero les guste.
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El príncipe y el dragón (Ironstrange AU)
FanfictionEl príncipe Anthony Stark se ve obligado a casarse en beneficio de su reino, pero las cosas toman un giro extraño y la vida del joven príncipe da un vuelco inesperado.