~•Lizbeth•~
Camine por las calles de la pequeña ciudad antes de irnos. Necesitaba un respiro pequeño, talvez este algo dormida ya que nunca me dí cuenta de que había chocado con alguien.
– Lo siento –mostré mi mano para que la agarrará.
– Gracias –agarra mi mano y lo levanto– ¿A dónde te diriges? Puedo ser de guía
– Solo quiero averiguar algunas cosas en el museo, ¿está bien? –sonreí algo contenta por mi suerte.
Ambos caminamos en silencio por varios segundos. Ahora que me fijaba este pueblo tenía un aura rara. Un policía se acerca con una sonrisa, eso me causo una sospecha.
– Hola sobrino, ¿tu amiga y tu pueden ayudarme en algo? –eso era sospechoso.
¿Por qué la policía pediría ayuda de dos adolescentes? Talvez este paranoica debido a todo lo que ha pasado últimamente y vea todo con mala intención.
Seguí al policía con sospecha y trate de buscar mi daga. Genial, justo cuando hacía falta la había dejado junto a mi móvil. No importa, se defenderme por mi misma.
El paisaje parecía un jardín y había un árbol bastante antiguo que tenía un olor raro.
– Muy bien, ¿que necesitas? –en ese instante el oficial nos empujó a ambos a una cabaña. Trate de abrir la puerta o ventana, ni siquiera se que es.
Mierda, mierda, no estoy paranoica, lo sabía. Toma esa Rafael, te lo dije.
– ¡Tío! ¡Tío! –el joven llama en vano.
¿Que rayos pasa en este estúpido pueblo?
– Respira, solo cálmate y di tu nombre en voz baja –trate de calmarlo.
– Josué, ese es mi nombre –asentí, mi vista se fijó en un hacha en el suelo.
El noto mis intenciones así que se alejo de la ventana. Suspire tomando aire y moviendo el hacha tratando de romper la ventana. Con un ruido sordo la puerta se rompió.
Di una patada a la puerta haciendo que se abriera. Ambos salimos aunque creo que el chico está en shock porque tiene la boca abierta, ¿estará bien? ¿Tiene algún trauma?
– Cool –susurra observando la puerta.
Agarre su mano y tire hacia el a unos arbustos. Le tape la boca para escuchar las conversaciones.
– Aún no aparece el espantapájaros, si no los sacrificamos ahora nuestro pueblo –un ruido se escuchó.
Un espantapájaros que caminaba con una sonrisa diabólica, aterrador. En ese instante encajo una cuchilla en el estómago del oficial haciendo que el chico se mordiera el labio para no sollozar.
– Lo siento –susurre, el espantapájaros agarro el cabello de la mujer mayor y se los llevo arrastrados.
Ambos salimos del escondite aunque el joven parecía horrorizado. No lo culpo, en un principio la primera reacción es así pero cuando cazas demonios pierdes ese sentido del miedo y solo piensas en sobrevivir.
– Ya estoy bien –susurra tembloroso, le doy unas palmaditas en la espalda.
Note que vómito y me aleje antes de que me cayera en los zapatos. Pobre, no debió ver algo como eso.
– Muy bien, ese árbol anciano es la fuente de todo. Solo debemos quemarlo aunque todo el pueblo sufrirá las consecuencias –aclare mirando como iba a agarrar una rama y un recipiente con gasolina.
– ¿Y que maten a más personas como hoy? No jodas, no dejare que eso pase. ¿Cuantas personas habrán matado por ese bicho? –agarra el recipiente y camina.
Echa todo el líquido y enciende una llama sobre la rama lanzandola contra el árbol. Un chillido se oye en ese momento haciendo que ambos tapemos nuestros oídos.
– Eso fue terrible –vuelve a tener arqueadas, suspire con cansancio
No se como calmar a un chico que acaba de descubrir lo sobrenatural y el tacto nunca ha sido lo mío. Esto será un día largo
~•Rafael•~
– Luke, ¿y tú hermana? –indague confundido, ya casi eran las siete de la noche y no aparecía.
Sentía que esa chica me pondría de los nervios. No estoy enamorado, solo necesito su poder.
– Creo que dijo algo sobre salir a hacer turismo y que algo en este pueblo huele raro –trata de explicar, dudo que sepa realmente que pasaba.
Estaba de los nervios de punta, si algo le pasaba era mi culpa. Joder, tratar con una adolescente era un dolor de cabeza.
Escuche la puerta abrirse observándola entrar. Estaba llena de sudor, polvo, olía a humo y a... ¿Dios pagano quemado?
– ¿Que rayos te paso? –interrogue frustrado.
– Nada importante –la agarre del brazo al oír su respuesta. Se soltó con brusquedad.
– ¡Deja de actuar como una cría! –
– ¡No eres mi padre! –
Entre a una habitación mientras que ella cerraba de golpe la puerta del baño.
~•Luke•~
¿Era idea mía o mi hermana y el arcángel Rafael discutían como parejas de casados? Ignore eso mientras comía mi plato de comida. Al menos Rafael paga la comida así que no me quejo.
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Rafael ~ Saga Arcángel
ParanormalSAGA ARCÁNGEL №1 Lo sobrenatural siempre asusta a los demás menos a mi. Eso es mi pan de cada día. ¿Tengo miedo? No, porque el me protege. Ese orgulloso arcángel me protege y solo yo puedo mantenerlo en el lado correcto. Por diferente incidentes, e...