Capítulo 8: Rumbo a la capital!

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Era una mañana tranquila los pájaros cantaban, los animales como los conejos salían de sus madrigueras para conseguir alimento para sus crías. Los niños ya se habían levantado para tomar su desayuno junto a sus padres. Y estos salían de sus viviendas a trabajar. Mientras que los niños salían a jugar junto a sus amigos.

En una parte de la calavera del demonio dos pelicenizos se encontraban corriendo a máxima velocidad en busca de sus respectivos hermanos. Dejando una nube de polvo por la camino que ya habían recorrido.

Asta/Astrid: (Maldición! Cómo pude olvidarme de Liebe A/ Liena?!)- Pensaron ambos un poco molestos consigo mismo(a) al haberse olvidado por completo de su hermano(a).

Ambos pelicenizos corrían sin ningún rumbo aparente, pero no era así ya que gracias al Ki ambos sabían donde estaban Liebe A y Liena. Al sentir su ki hacia su derecha al mismo tiempo cambiaron de dirección y fueron hacia donde se encontraban los diablos.

Olvidándose por completo de que una podía crear alas de antimagia y que el otro podía volar con su espada.

Cuando se estaban acercando redujeron su paso, y pasaron de correr a caminar hacia donde se encontraban los diablos.

Al llegar ambos se sorprendieron al ver la escena que tenian en frente. Liena y Liebe A estaban en un hermoso abrazo mientras la diabla sollozaba en el hombro del diablo. 

El par de pelicenizo para evitar ser atrapados se escondieron en unos arbustos que estaban cerca de ahí. Siendo más claros Astrid se escondio y jaló a Asta consigo para que también se escondiera.

Asta: ~Astrid¿Porque nos estamos escondiendo?~ Susurro confundido el pelicenizo.

Astrid: ~Que no lo ves?!~ Dijo la peliceniza alzando un poco la voz.

El pelicenizo alzó la mirada y vio como ambos diablos se abrazaban con cariño a la vez que sentía como los kis de ambos estaban de cierta manera felices.

Asta: ~Si, se están abrazando. Pero que tiene eso?~Preguntó el chico confundido.

Astrid: ~Que esta es la oportunidad perfecta para molestarlos!~Susurró la peliceniza con emoción.

Asta: ~Porque?~ Susurro confundido el pelicenizo.

Su respuesta hizo que Astrid lo mirara fijamente con cara chibi.

Astrid: ~Porque podemos duh~ Susurro la peliceniza con obviedad.

Asta tardó unos segundos en entender su respuestas, incluso una tuerquitas se encontraban en su cabezas la cuales parecían trabadas, luego de un rato estas siguieron su curso al igual que al pelicenizo se le iluminaron los ojos.

Asta:~Ohhhhhhhhhhh~Susurro el pelicenizo tras al fin entender~ Jejeje cual es el plan?~Pregunto el pelicenizo con "maldad".

Astrid: ~Jejejeje tu solo sígueme la corriente~ Contesto en un susurro la peliceniza con "maldad"

El par de diablos seguían fundidos en su abrazo, pero uno de ellos se encontraba un poco confundido, y se preguntaba cada segundo como carajos llego a esto. Pero al sentir como la peliblanca dejaba de sollozar hizo que de cierta manera se aliviara, lo cual lo confundió demasiado.

Caído del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora