𓂃 ࣪JUPITER ִֶָ𐀔 || FREENBECKY || BECKFREEN ||♡

𓂃 ࣪˖Capítulo 7. ִֶָ𐀔

૮꒰ྀི⸝⸝REBECCA ARMSTRONG⸝⸝꒱ྀིა

El tiempo pasaba y lo de buscar trabajo cada vez se complicaba más, era tedioso no tener que hacer cuando quería hacer muchas cosas. Me froté la cara a modo de frustración, y dejé mi portátil a un lado, en eso, mi celular transmitió un pitido.

Miré la pantalla y era Irin, nos habíamos estado mandando mensajes todo este tiempo. Ella era amable y siempre me pedía tiempo para encontrar la verdad, pero llegó a un punto en el cual, sabía que eso no iba a poder ser. Le agradecía su insistencia, pero no había forma.

Hablé con Non, pero él tampoco podía hacer nada, me preguntaba como estaba, pero hasta ahí. Con Billy he pasado más tiempo, ha venido en muchas ocasiones aquí, y hemos cenado juntos, sin propasarse e intentar tocarme, él ha sabido esperar e ir recuperando la confianza de a poco, aunque no sería tan fácil.

Le tomaría mucho más tiempo.

Abrí el mensaje de Irin y lo leí con detenimiento, llevándome una sorpresa más grande.

IRIN🍩: {Necesito que vengas, por fin encontré a los culpables}.

Mi corazón enloqueció al leer eso, una sonrisa se asomó por mis labios y fui corriendo a por una ropa de lo más casual. Agarré las llaves de mi coche y cuando estuve dentro de él, lo puse en marcha. Llegué casi volando a la universidad, y al entrar a la oficina del director, me encontré con tres caras ya conocidas.

-Bueno, ya estamos todos -habló el director-. Ahora que estamos todos, quiero que por este lado -señaló a los tres chicos-, me digan la verdad. Si no se atreven, les pondré el video que tengo como prueba.

Freen me miraba, ella no tenía ni una pizca de vergüenza, no parecía avergonzarle lo que hizo. Es más, se notaba algo orgullosa, y eso me irritaba de cierta forma. En cambio, sus amigos si se notaban un poco más asustados. Y no era para menos.

Por otro lado, Irin se limitaba a escuchar, pero con una sonrisa, que denotaba su felicidad al tener la victoria.

-Sí, fuimos nosotros -admitió Freen, sin tapujos-. Provocamos todo para inculpar a profesora Armstrong.

-Freen -musitó su amiga.

-Ya, Noey, no se puede mentir, lo saben todo, felicidades -bufó-. Tanto para nada. Por lo menos, no tuve que verla, Armstrong.

-Ya que lo admiten, yo tengo que admitir que no pueden estar ni un segundo más estudiando aquí, como director y autoridad mayor, mi deber no es suspenderlos, sino que echarlos -dijo con severidad-. Pero con usted, Armstrong, lamento el inconveniente y haberla despido sin pruebas suficientes. Fue un error, algo que no se volverá a repetir, y con eso, no solo tendrá su trabajo, sino un aumento. Otros se van.

-No -intervine tomándolos por sorpresa a todos-. No los eche, quiero que se queden.

-¿Y eso por qué, Becky? -preguntó Irin.

Miré fijamente a Freen, retándola.

-Porque ya que les duele tanto verme, quiero que lo sigan haciendo, no pretendo interrumpir la educación de nadie. Deles otra oportunidad.

-¿Está segura, Señora Armstrong? -preguntó nuevamente el director-. Mire que no es necesario.

-Quiero que se queden, por favor. Después de todo, no me afecta en nada, ya tengo mi trabajo de vuelta, y su plan no funcionó.

Seguía mirando a Freen, pero ahora lo hacía con superioridad, como nunca miré a nadie. Ella sabía que dentro de mí algo festejaba, que las cosas no hubiesen salido como ella hubiese querido, así como yo sé que dentro de ella, había una lucha interna, algo me dice que es el primer plan que se le va a la basura, y eso la hace odiarme más.