૮꒰ྀི⸝⸝SAROCHA CHANKIMHA ⸝⸝꒱ྀིა
—¿Qué tienen ustedes con las personas mayores?, es algo que se pega, tengo pruebas y cero dudas —Heng le dio una calada al suyo por igual—. ¿Qué piensan hacer hoy?
—¡Es una maldita!, lanzó esas palabras para herirme, pero si cree que así de fácil me daré por vencido, le enseñaré que con Freen Sarocha Chankimha nadie, nadie se mete, ni mucho menos la rechaza —llevé el porro a mis labios y le di una calada—. Es una maldita.
—Tranquila, fiera —intervino Heng— A ver, como ella miles, mejor busca otra distracción.
—A Freen no le gustan menores, se sabe que no va a dejar su fijación por la profesora —declaró Noey —. Y no la culpo, estoy igual por Irin.
—¿Qué tienen ustedes con las personas mayores?, es algo que se pega, tengo pruebas y cero dudas —Heng le dio una calada al suyo por igual—. ¿Qué piensan hacer hoy?
—Yo trabajar —mencioné—. No puedo dejar de ir, tengo que cubrir a una de mis compañeras.
—Solo me tiraré en la cama —respondió Noey—. Dormiré como un bebé, anoche no lo pude hacer.
—Muy bien, yo me iré a casita, porque tengo cosas que hacer, con permiso, chicas.
Tal y como todos dijimos, cada quien se fue por su lado. Ya en la cafetería me dispuse a juguetear con mi celular y a mover con la lengua el piercieng en mi labio, no había clientes, era uno de esos días los cuales podías estar todo el día echado, y no sonaría la campanita avisándote que alguien había entrado.
Le eché un vistazo a mi brazo y a la venda que la profesora me había puesto, era algo tan tonto, pero que contenía una sensación tan extraña. Cuando medio su abrigo, ni siquiera lo pensé, no lo iba a hacer, definitivamente, tomarlo fue la mejor opción. Tenía un perfume veraniego. Una fragancia suave, tanto que era de esos que podías abrazar, y no te molestaba.
Era aún más atractiva cuando estaba concentrada, a ella no le molestaba el silencio, su piel era tersa, sus manos grandes y su manera de hablar ronca, pero con un tono melifluo, era una sensación. Nunca me detuve a mirarla o a ver sus pequeños detalles.
Pero Becky era una de esas atracciones humanas, que te jalaban como imán. Me dediqué a odiarla, no me dediqué a ver más allá. Becky se preocupó por mí, y yo odiaba cuando ella hacía eso, se las quería dar de un Ángel y ayudar a todos.
Falté por algunos golpes que tenía en mi cara, no me podía presentar así, mucho menos le iba a decir que mi brazo fue cortado por mi padre en horas de la mañana, no fue profunda la herida, pero de todas formas, aquello estaba ardiendo.
La campanita sonó espantando mis pensamientos, me acerqué a la barra para atender al cliente y me llevé una sorpresa cuando me percaté de quién era.
Era el chico que sale con Rebecca.
—Buenas, quiero un americano —pidió—. Sí es tan amable.
—Claro.
Fui en busca de lo que me pidió, era bastante curioso, ella dijo que no tenía pareja, pero de la nada salió este hombre. Puede ser su ex.
Estaba especulando mucho.
Le serví su americano y aquel pagó antes de marcharse. Lo analicé con la mirada hasta que lo perdí de vista, negué y regresé a mi lugar.
Busqué mi celular y sonreí antes de enviarle un mensaje a la profesora Armstrong, me estaba arriesgando mucho, ella podía enseñarle eso al director; pero de algo estoy segura, ella no lo hará.
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𓂃 ࣪JUPITER ִֶָ𐀔 || FREENBECKY || BECKFREEN ||♡
FanfictionRebecca Armstrong es una profesora que se mudó a la ciudad para así tener una oportunidad más abierta en su profesión, consiguiendo un buen trabajo luego de años de tener que sobrevivir para poder pagar su pequeño departamento, encontró lo que busca...