Rin x Len ♥︎ One shots

Enchanted

Su vista llorosa se encontraba fija en el suelo, sostenía con fuerza la camiseta del joven, su cuerpo tembloroso era claro ejemplo de que ella apenas tenía fuerzas... pero incluso así no aceptaba el separarse de él. Rin odiaba las despedidas.

—Hey... no llores naranjita, estás haciendo esto más difícil para ambos...— Murmuró él con dulzura, dejando de lado su certificado de graduación mientras buscaba llevar sus manos hasta sus mejillas, esto con el propósito de limpiar cualquier rastro de sus lágrimas.

—N-No quiero que te vayas... Len, ¿p-porque tiene que irte tan lejos? ¿No puedes solo estudiar en la universidad local...? ¿Que pasó con todos nuestros planes juntos para el verano?— El rubio no podía sentirse más que arrepentido, había ocultado el hecho de que se mudaría para continuar sus estudios en otra ciudad, esto porque no quería lastimar a la chica... pero al final había sido inevitable que ella se enterara.

—Lo siento... Rin, sabes que es una gran oportunidad, pero vendré a verte cuando pueda...

E incluso si sus palabras no funcionaban para tranquilizarla, esperaba que ella pudiera entenderlo un poco y lo perdonase.

Su relación siempre había sido complicada... prácticamente, y desde que Rin había entrado a su primer año de preparatoria, ellos, quienes ya se conocían, habían comenzado a tratarse como una pareja enamorada... pero nunca hubo una confesión, ni un beso, ni un solo abrazo que cruzara la línea de lo fraternal. Y Rin se hasta cierto punto se arrepentía. ¿Porqué ese año había pasado demasiado rápido? Sabía que Len iba a graduarse... pero que él se fuera... definitivamente no quería eso.

—¿Prometes que vendrás a verme? ¿Todos los veranos? ¿A mi cumpleaños? ¿Al cumpleaños de Pollo...?— No pudo evitar reír ante su última pregunta, incluso en esa situación... adoraba que ella pensara en el gato que ambos habían rescatado. —No se si pueda estar aquí en el cumpleaños de Pollo... pero en las demás fechas estaré aquí, ¿así que cuida de el mientras no estoy, bien?

—Eres un tonto...— Lo abrazó, aferrándose a él como si su vida dependiera de ella. No quería dejarlo ir, no sabiendo que Len podría... olvidarse de ella, conseguir una novia, seguir con su vida... sin ella. —También te quiero, Rin.

Ambos habían decidido subir a aquella colina a la que solían ir a hacer pícnics el verano anterior. Rin adoraba ese lugar, simplemente porque estaba lleno de recuerdos con Len... un lugar que los había visto crecer y madurar. Len pronto se iría, pero ella se quedaría. ¿Porqué tenía que ser tan egoísta? Debía apoyarlo... si Len estaba persiguiendo sus sueños ¿porqué ella no podía estar igual de feliz que él?

—P-Pff... realmente extrañare a ese par de idiotas, pero al menos podré decirles que te cuiden de vez en cuando...— podía notar como él miraba tranquilamente el cielo estrellado, sus manos a tan solo centímetros de tocarse, pero sin llegar a concretar aquel acto. Len se veía tan lejos de ella... ¿cuando había sucedido eso? —No tienes que pedirle a tus amigos que me cuiden... el próximo año cumpliré dieciséis.

—Estoy seguro de que Piko y Fukase tendrán bastante tiempo libre, y que cumplas dieciséis no te hace mas madura...— Rin reprochó ante esto, él solo pudo reír al ver como se formaba un bonito puchero en su rostro.

—También te extrañaré a ti... ¿sabes?— Aquellas palabras tomaron por sorpresa a la rubia, quien rápidamente dirigió su mirada hasta él, un ligero rubor adornando sus mejillas. Poco después volvió a esconder su rostro entre sus manos, abrazando sus rodillas mientras aguantaba las ganas de llorar.

—Entonces puedes... ¿puedes esperar por mí? Se que suena egoísta pero...— Mas Rin no continuó escuchando, no quería más promesas en vano. Estaba dolida, Len le había mentido y ahora se iría sin más... pero no le diría eso, no cuando lo único que quería en ese momento era disfrutar del tiempo restante.