004. Inseguridades. 《CORREGIDO》

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- No es que no quiera - respondió ella pensativa, arrancando un poco de hierba de forma distraída -, pero llegué ayer y siento que aún no sé del todo cómo funciona el laberinto.

- Entiendo, aunque te presentes, si es que llegas a aprobarlas - destacó el rubio esta vez -, Minho tendría que prepararte durante casi un mes hasta que puedas llegar a salir - le confesó el joven, a lo que el Minho asintió, confirmando lo dicho -. No pierdes nada con presentarte, de todas maneras es probable que esta noche te enteres de lo más importante.

- ¿Harán la fiesta? - cuestionó ella con curiosidad - ¿Tan pronto?

- Realmente debía de haber sido ayer - Minho contestó bebiendo de un botellín de agua que luego pasó a la chica y ella bebió hasta quedar satisfecha -. Ya sabes, con lo de que eres una chica y el accidente, se tuvo que aplazar porque queremos que estén todos presentes.

- En ese caso, deberías descansar en la casa de la medicina, Newt - le reprendió ella levemente, tumbándose en el pasto -. Tienes que estar bien para la noche.
 
   En ese momento, comenzaron una discusión en la que ella evitó tener que decir si se presentaría o no a las pruebas. Sí quería hacerlo, por supuesto que sí, pero realmente había cosas que no entendía todavía del Laberinto aunque Alby haya tratado de solucionar la mayoría de sus dudas, todo se había visto interrumpido por el accidente de Newt, así que se había quedado con todas ellas en su cabeza.

   La hora de descanso se hizo amena y pronto tuvieron que llevar a Newt, a regañadientes por parte del rubio, a la enfermería de nuevo. Debía descansar lo que le quedaba el resto de tarde para luego, en la noche, poder estar en la fiesta y por la mañana en las pruebas de corredor. Minho y Newt la obligaron a comer en el comedor tras dejarlo en la enfermería, en compañía de Jeff y Clint que veían la discusión. El asiático le ofreció buscar mesa mientras él iba a por sus platos. Alby no tardó en sentarse junto a ella con una sonrisa muy amplia y con diversión pintada en ella. A lo lejos, Gally dejó a los constructores para sentarse con ellos también.

- Pero bueno, novata - Alby fue el primero en hablar, mientras el de pelo pelirrojo sonreía también al sentarse en el banco.

- Hola, chicos - saludó con una sonrisilla amable.

- Hueles a clonc desde el otro lado del Claro, judía verde - el pelirrojo se burló mientras removía el puré de patatas en su plato.

- Tú también te ves increíble hoy, Gally - le sonrió con ironía ella, mientras que los dos chicos reían -. Minho vendrá ahora con nuestros platos.

- Veo que habéis hecho buenas migas - Alby dijo mientras él partía sus filetes -. Él y Newt han estado por todos lados como niños pequeños y luego los he visto contigo vagueando.

- Zart me dio la hora libre - se excusó ella mientras el asiático dejaba frente a ella el plato de comida y se sentaba a su lado saludando, los dos empezaron a comer al mismo tiempo -. Ellos sí estaban vagueando, yo no paré en toda la mañana.

- Pero novata, qué chivata eres - Minho la dio un pequeño golpe en el brazo que la hizo reír.

- Eso te pasa por dejar que un lisiado no pare quieto - le apuntó con el cuchillo antes de comenzar a cortar el filete de nuevo.

- Es que es imposible, suerte tenemos que están Clint y Jeff con ese carnicero, porque estoy seguro de que ya estaría por ahí otra vez - se quejó el asiático, aunque han agradecido pasar un día de tranquilidad con su amigo, como buenos conocidos, haciendo chistes malos y molestando a la gente.

- Oh, por cierto - la chica dijo, mirando al pelirrojo -, ¿está bien que mañana vaya con los constructores? Alby me ha dicho que ayude a preparar mi parte del baño y de las duchas - el de piel oscura asintió secundando -. Y Zart me dijo que no te importaría.

EL CORREDOR DEL LABERINTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora