Capítulo I

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Los pasos se Yuta saliendo de la base fue lo único que se escuchó después de que Jisung y Chenle salieran casi escapando de sus garras cuando terminaron de contar el dinero que habían recuperado esa noche. El mayor estaba cansado, últimamente, sus ocupaciones se estaban volviendo más pesadas, al principio, jamás entendió por qué Taeyong siempre estaba amargado, como si le hubieran metido algo por el trasero, irritable y sin paciencia.

Pero ahora era líder de su propia unidad, y estaba comenzado a entender lo que era tener responsabilidades.

Su cabeza estaba llena de las tareas que tenia que hacer una vez llegara a Japón, se iría en unas semanas para poder tener todo controlado, después regresaría a Corea a terminar unos asuntos, y luego tenia que irse de nuevo, era estresante, pero en fin, era su trabajo, tenia que sobrellevarlo.

Cuando su celular se escuchó, este rodó los ojos porque sabía que era Taeyong, era el único que le llamaba a esa hora, y a veces Sicheng, pero él estaba con sus misiones, así que no habían hablado hace mucho. — Dejame en paz.

— Necesito que vengas a la base en gangnam, urgente. — La voz de este se escuchaba sería, lo que hizo a Yuta fruncir el ceño y obedecer, colgando la llamada para poder conducir con rapidez hacia la base central, o sea, en la que se reunían todos una vez al año para dar los resúmenes y logros en ventas y pagos por unidad.

Él también tendría que encargarse de eso una vez sus chicos fueran nombrados oficialmente como fénix.

Además, era la base en la que las iniciaciones se llevaban acabo, así que solo se visitaban dos veces al año, y solo si estaba programado, porque esa base era su centro, era la que contenía cada una de la información necesaria para hacerlos caer si caí en malas manos, así que no cualquiera podía entrar, ni siquiera los propios miembros si no estaban invitados o Taeyong no comunicaba que se reuniria con alguien ahí.

Al ser tan importante, Taeyong era el único con acceso a su interior, si él no estaba presente, no había manera en que alguien pudiera entrar o salir de ella.

Muy exagerado según Yuta, pero no era algo que pudiera cambiar.

— Voy a poner horarios de atención de ahora en adelante, no llamadas ni mensaje después de la una de la mañana. — Yuta entro, bromeado, viendo a Taeyong sentado en la mesa de la sala, habían muchos papeles regados en una mesa en incluso en el sillón a su lado, lo que hizo al cobrizo preocuparse. — Oh, papeles y cara de perrito triste, ¿qué hiciste?

— ¿Desde cuando comenzamos a vender droga?

Yuta elevo una ceja, dejando el casco qué llevaba en su mano en la mesa cerca de un sillón individual. — No lo sé, cuando me uní ya vendían droga, ¿Acaso no es ese el negocio familiar? — Este preguntó, sentándose frente a la mesa llena de papeles, viendo el nombre del difunto señor Lee escrito en la mayoría. — ¿Por qué?

Taeyong suspiro, echando su cabeza hacia atrás mientras pasaba su mano por su cabello rojo brillante. — Hace dos noches recibí una llamada, me pidió que nos reunieramos en el club el día de la fiesta.

Yuta esperó, no entendiendo el conflicto. — No veo la razón por la que tengas que revisar papeles del 90, ni siquiera habías nacido.

— Yuta, quien me pidió reunirnos fue Suzuki Isagi. — Este dijo, a lo que Yuta se sorprendió, parpadeando.

— ¿El no es el rey de Japón? ¿Por qué querría verse involucrado con nosotros? — Yuta preguntó, haciendo una mueca, ese hombre era un Dios para Japón, venía de una familia con una fortuna increíble e impecable, que se había fundido a base de trabajo duro y sin ningún crimen de por medio, era respetado por todo el país por su falta de crueldad y sinceridad.

𝗚𝗔𝗡𝗚𝗦𝗧𝗘𝗥; ᴺᵃ ᵞᵘᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora